FILTRADO: El Plan de 28 Puntos de Trump para Ucrania
Se Reunieron en Secreto. Lo Firmaron con Sangre.
Pon atención. Esto que te voy a contar no salió en la tele. No lo dijeron en ninguna conferencia de prensa. Fue una reunión fantasma. Un susurro en el vacío geopolítico, en una ciudad famosa por sus secretos y su neutralidad: Ginebra. Mientras el mundo estaba distraído con el circo de siempre, los hombres de Trump, los que de verdad mueven los hilos, no los payasos que ves en la tele, estaban sentados frente al círculo cercano de Putin. Sin prensa. Sin actas. Sin “aliados”.
Puro poder.
Me cuentan que el aire en esa habitación estaba cargado de un pragmatismo brutal, de ese que la diplomacia de manual detesta. No estaban ahí para hablar de democracia ni de soberanía. Esas son palabras para la plebe. Estaban ahí para cerrar un trato. Para acabar una guerra sangrienta y carísima que los gringos ya están hasta el gorro de pagar, y hacerlo de una forma que le pintara un dedo a toda la burocracia de la OTAN que se enriquece con las guerras eternas. Fue una jugada de poder monumental. Estaban moviendo las piezas en un tablero del tamaño de un continente, y Ucrania era el peón que iban a sacrificar.
¿El resultado? Un documento de 28 puntos. Un papel que fue entregado en propia mano en Kiev, no como una propuesta, sino como un ultimátum. Una bomba. El documento que vi no parece un tratado de paz; parece los términos de una rendición, dictados por ganadores que ya se cansaron de jugar.
El Ultimátum: ‘O Firmas o Te Quedas Solo, Güey’
El mensaje que venía con la carpeta era simple y helado. Mi fuente dice que fue de palabra, para que no quedara rastro. Básicamente fue esto: “Se acabó la lana. Las armas de última generación, la inteligencia, el cheque en blanco que tenías… todo se acaba. Esta es la salida. O la tomas, o te enfrentas al ejército ruso tú solito.”
Esa es la verdadera doctrina Trump. No se trata de ganar la guerra de otro. Se trata de sacar a Estados Unidos del problema. Punto. Europa se quedó pasmada. Me dicen que Zelenski estaba blanco de coraje. Se creyó las promesas. Pensó que el apoyo era para siempre. ¡Qué ingenuo! No existe el apoyo incondicional cuando la cuenta ya va en cientos de miles de millones y está por llegar un nuevo sheriff a la oficina.
El Puñal de 28 Puntos
Y bueno, ¿qué trae este documento explosivo? No puedo filtrarlo todo, pero te puedo dar los puntos clave, esos que te hielan la sangre o, según cómo lo veas, te hacen asentir con la cabeza. Esto es lo que jamás van a admitir en público.
Las Exigencias Clave: La Medicina Amarga
Punto 4: Crimea es Caso Cerrado. El documento, según me dicen, establece sin rodeos que Ucrania debe renunciar formalmente a cualquier reclamo sobre Crimea, reconociéndola como territorio soberano de Rusia a perpetuidad. No es solo aceptar la realidad; es un cambio constitucional. Una concesión para siempre. Es la primera cucharada de veneno que sabían que Kiev tendría que tragar.
Punto 9: Autonomía y Reparto en Donbás. Olvídense del control ucraniano. El plan diseña una nueva ‘Zona de Gobernanza Especial’ para Donetsk y Lugansk. Tendrían sus propias fuerzas de seguridad (supervisadas por una comisión ruso-americana, ¡qué tal!) y, aquí viene lo bueno, un reparto 50/50 de todas las ganancias de los enormes recursos minerales e industriales de la región. Básicamente, le están regalando a Rusia un ancla económica y política permanente dentro de las fronteras de Ucrania.
Pura lógica de mafiosos.
Punto 15: Neutralidad Obligatoria. Esta es la lápida para las ambiciones de Ucrania de unirse a Occidente. Se le exigiría al país modificar su constitución para declarar neutralidad militar permanente. Nada de OTAN. Nada de pactos de seguridad con la Unión Europea. Ninguna base militar extranjera en su territorio, nunca más. Se convertiría en un estado tapón, desmilitarizado y castrado, diseñado para calmarle los nervios a Rusia. Es el modelo de ‘Finlandización’ pero con esteroides.
Punto 21: Adiós a las Sanciones. Esto es lo que saca Trump de todo el lío. Un levantamiento gradual pero rápido de todas las sanciones de EE. UU. y, por lo tanto, de Europa, contra Rusia. El documento amarra el levantamiento de sanciones al cumplimiento de la retirada de tropas de otros territorios. El mensaje es clarísimo: Rusia recupera su economía y Estados Unidos deja de pagar la cuenta de los problemas energéticos de Europa. Es un ‘reset’ que hará gritar a los globalistas, pero es el corazón del acuerdo.
Punto 28: El Vigilante. ¿Y quién va a supervisar esta ‘paz’? Ni la ONU. Ni la OTAN. El documento propone un nuevo ‘Consejo de Seguridad Trilateral’ con representantes de EE. UU., Rusia y, agárrate, un presidente rotativo de una nación de los BRICS. Deja a Europa completamente fuera de la jugada. Francia y Alemania, sin voz ni voto. Al Reino Unido lo mandan a la banca. Es un nuevo orden mundial dibujado en una servilleta.
Las Consecuencias: Un Mundo en Shock
La reacción tras bambalinas es un caos absoluto. El Pentágono está dividido. El Departamento de Estado está que arde. Los líderes europeos están furiosos, dándose cuenta de que los convirtieron en simples espectadores de la seguridad de su propio patio trasero. Hablaron mucho, pero a la hora de la verdad, los ignoraron. Completamente.
Creían que controlaban la narrativa. Creían que podían mantener el flujo de lana y armas para siempre, desangrando a Rusia mientras posaban para las cámaras. No manches, qué mal calcularon. No entendieron la naturaleza puramente transaccional de la tormenta que se avecinaba. No creyeron que de verdad se atreverían.
La Decisión Imposible de Zelenski
Ponte en los zapatos de Zelenski. Un tipo que se convirtió en un ícono mundial de la resistencia, un héroe para los medios. Y ahora le dan un papel que le pide firmar la renuncia a todo por lo que su gente luchó y murió. Si firma, es un traidor para los nacionalistas que van a querer su cabeza. Pasará a la historia como el hombre que desmembró Ucrania para salvar un pedazo. Una humillación nacional.
¿Y si se niega? El paraguas gringo desaparece. De la noche a la mañana. Los misiles, la inteligencia, todo lo que ha mantenido a su ejército en pie de lucha… se seca. Se quedará con un ejército madreado, una economía en ruinas y una Rusia que ahora tiene luz verde de Washington para terminar el trabajo. Le pusieron un cuatro. Está atrapado, sin salida. Esto no es una negociación. Es una pistola en la cabeza.
Así es como funciona el mundo cuando las guerras se pelean con la lana de otros. El que paga, manda. Y el que manda, decide cuándo se acaba la fiesta. Lo que estás viendo es la cara real, fea y brutal de la diplomacia. No se trata del bien y el mal. Se trata de poder. Y el poder acaba de cambiar de manos. Drásticamente.
El mundo contiene la respiración. El silencio desde Kiev es ensordecedor. Pero el reloj sigue corriendo. Y una decisión terrible tiene que tomarse.

Foto de PDBVerlag on Pixabay.





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