El Regreso de Rey Mysterio Destapa la Podredumbre de WWE
¿Otra Leyenda Desempolvada para un Aplauso Barato?
Así que la maquinaria de propaganda corporativa, el motor de relaciones públicas de la WWE, quiere que te emociones. Quieren que sintonices Monday Night Raw, con los ojos pegados a la pantalla, porque Rey Mysterio, el ícono de la lucha libre, el orgullo de México, hace su gran regreso a la competencia individual. ¿Y contra quién? Contra JD McDonagh. Procesen eso por un momento. ¿Es este el regreso espectacular que nos prometieron, o es simplemente el último y más patético ejemplo de una empresa en bancarrota creativa, tapando un hoyo en su programa de tres horas con una cara conocida porque, simple y sencillamente, no se les ocurre nada más? No nos hagamos tontos. La neta, ya sabemos la respuesta.
Y a todo esto, ¿Por Qué Esta Lucha? ¿Por Qué Este Rival?
Hay que preguntarse cuál es la jugada de fondo aquí. ¿Qué ganan realmente los titiriteros de Stamford, que ahora operan bajo la bandera de TKO, con este circo? ¿Se supone que debemos creer que esta lucha genérica, predecible, sacada de un manual, entre una leyenda viviente que sacan a pasear para un rating rápido y un oponente sin una pizca de carisma que solo sirve como bulto para la facción de Judgment Day, es algo más que un intento cínico y mediocre de llenar tiempo aire en una semana de puente? Es un insulto.
Esto no es contar una historia. Esto es cumplir con una cuota de contenido. Es marcar una casilla. La lógica es ofensivamente simple: la gente ubica a Rey Mysterio. La gente medio se acuerda que John Cena anduvo por ahí hace poco. Rey estuvo con Cena. Por lo tanto, poner a Rey en la tele le recordará a la gente ese momento fugaz de relevancia y, con suerte, no le cambiarán de canal. Es una estrategia que nace de la desesperación, no de la inspiración. JD McDonagh no es una amenaza creíble; es utilería. Es el perdedor designado, el cordero de sacrificio para hacer lucir bien a un ídolo de 48 años después de una lesión. El resultado está más cantado que ‘Cielito Lindo’. No hay drama. No hay tensión. Solo hay un contrato que cumplir.
¿Así se Honra un Legado que Representa a México?
¿Qué le aporta esta lucha al legado de Rey Mysterio? Un hombre que cambió las reglas del juego para los luchadores de menor estatura, que rompió barreras, que le ganó campeonatos mundiales a gigantes, que inspiró a toda una generación de luchadores dentro y fuera de México. ¿Se le honra poniéndolo en una lucha de relleno, sin consecuencias, en un episodio cualquiera de Raw en noviembre? No. Por supuesto que no. Esto es lo contrario a honrar un legado. Es explotarlo. Es exprimirle las últimas gotas de nostalgia antes de que cuelgue la máscara. Están usando a uno de nuestros más grandes íconos como un curita para tapar la hemorragia de su ineptitud creativa.
Ponte a pensar en lo que podría estar haciendo. Podría ser el líder veterano y respetado del LWO, elevando de verdad a talentos como Santos Escobar, dándole el lugar que merece a la sangre nueva latina. Podría estar envuelto en una rivalidad personal, con saña, una última gran historia que culmine en WrestleMania como se debe. Pero no, está luchando contra JD McDonagh. Es el equivalente a que Hugo Sánchez regresara para jugar un partido amistoso de pretemporada. Es una pérdida de tiempo para todos, pero sobre todo para Rey. Se siente menos como un regreso triunfal y más como un día más en la chamba. Una obligación.
El Efecto TKO: El Dinero Manda, la Lucha Espera
No hay que ser un genio para ver las huellas de Endeavor y el Grupo TKO por todas partes. Así es como se ve la sinergia corporativa en el mundo de la lucha libre. Es segura, predecible y totalmente aburrida. A los nuevos patrones no les interesa construir nuevas estrellas si eso implica el más mínimo riesgo. ¿Para qué arriesgarse a desarrollar a JD McDonagh como un villano legítimo cuando puedes simplemente poner a Rey Mysterio y garantizar una reacción tibia pero segura? Es una decisión de negocios. Se trata de minimizar el riesgo y maximizar el reconocimiento de la marca. Es venderle a la audiencia más casual posible con las caras que ya conocen.
El producto se vuelve estéril. Cada lucha parece concebida en una junta de marketing, diseñada para alcanzar objetivos demográficos en lugar de contar una historia que atrape. El ‘Universo WWE’ del que tanto hablan es solo un mercado objetivo. Los luchadores son ‘activos de propiedad intelectual’. Esta lucha no es para el aficionado de corazón que analiza cada llave; es para el que está cambiando de canal y se detiene dos minutos porque reconoce al de la máscara. Y ese, justo ahí, es el problema. Ya no le programan a su base de fans; le programan a la atención fugaz del espectador casual. El resultado es un producto hueco. Pura faramalla, cero corazón.
¿Cuál es la Verdadera Cortina de Humo?
Entonces, si la lucha en sí no importa, ¿cuál es el verdadero propósito? Vean el calendario. Black Friday. Boletos para WrestleMania. Todo está conectado, qué casualidad. Esto no se trata de lucha libre; se trata de comercio. El “regreso” de Rey es solo otro comercial. Es una pieza de contenido llamativa diseñada para que el nombre de WWE suene, para que la gente piense en la marca justo cuando se acercan las ventas navideñas y el gran empuje para vender boletos de WrestleMania. Están usando el regreso de una leyenda como herramienta de promoción, un objeto brillante para distraernos del hecho de que su programa semanal es, la mayoría de las veces, un somnífero. Es una cortina de humo.
Todo el asunto es una farsa cuidadosamente construida. Los comentaristas lo venderán como un momento histórico. Los videos promocionales nos recordarán las más grandes hazañas de Rey. Harán todo lo posible para que te creas que esto importa. Pero no es así. Es un parche. Una solución temporal. Es una forma de matar 15 minutos de transmisión sin tener que pensar en desarrollar personajes o avanzar una historia a largo plazo. Y lo más cínico de todo es que ellos lo saben, y apuestan a que a ti no te importará. Apuestan a que el espectáculo será suficiente para que no veas la absoluta falta de sustancia. No se los permitas.
Cuando veas esta lucha, no la veas como un fan. Mírala como un investigador. Fíjate en los hilos que mueven desde arriba. Entiende el mandato corporativo por lo que es. Este no es el regreso triunfal de un héroe. Es el movimiento cansado de un activo valioso que se coloca en el tablero para obtener la máxima ganancia financiera. Ni más, ni menos. La magia de la lucha libre se fue, reemplazada por una hoja de cálculo. Y esa, mis amigos, es la verdadera tragedia.






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