El Falso Romance de Ethan Slater y Ariana Grande al Desnudo

1. El Guion Repugnantemente Dulce

Despierten y Huelan el Marketing

Vamos a dejar una cosa clara. Nos están viendo la cara. A todos. Somos los títeres de una máquina tan enorme, tan cínica y tan completamente vacía de emoción humana genuina que hace que cualquier sociópata parezca un santo. El último producto que nos están metiendo por los ojos es el supuesto “romance” entre Ariana Grande y Ethan Slater, una narrativa tan perfectamente sincronizada, tan asquerosamente empalagosa, que solo pudo haber sido cocinada en una estéril sala de juntas en Hollywood por un equipo de publicistas carísimos cuyo único trabajo es manipularte para que compres un boleto de cine. Creen que eres tonto. Y están apostando todo a eso.

Los “raros comentarios” de Ethan Slater son tan raros como un puesto de tacos sin salsa en la Ciudad de México. Cada palabra que escurre de su boca sobre su novia “de otro mundo” está calculada, probada en grupos de enfoque y entregada con la precisión de un misil teledirigido al corazón de los blogs de chismes y las revistas de farándula. ¿“Encouragerizing”? ¿Eso siquiera es una palabra? Claro que no. Es una no-palabra inventada para sonar peculiar y sincera, un intento patético de fabricar un lenguaje íntimo para una relación que solo existe en papel y en fotos de paparazzi. Es un insulto al idioma y a nuestra inteligencia. ¡No me chamaqueen!

2. La Actuación de la “Reacción Conmovedora”

Presentado por Universal Pictures

Y luego tenemos su “conmovedora reacción” al ver a Grande y Cynthia Erivo en *Wicked*. Por favor. Qué oso. “Ese momento final de [‘For Good’] es irreal”, dice con entusiasmo, probablemente con los ojos llorosos justo a la señal. Este no es un hombre compartiendo un momento vulnerable; es un actor haciendo su trabajo. Su trabajo, en este caso, no es solo interpretar a Boq en la pantalla; es interpretar el papel del Novio de Apoyo en la campaña de marketing multimillonaria de la película. Cada entrevista, cada cita, cada momento aparentemente espontáneo es parte de la gira promocional. Está contractualmente obligado a estar asombrado. Tiene que ser un apoyo “de otro mundo” porque su carrera, que antes se definía por un musical de Bob Esponja (con todo respeto a las esponjas), ahora está inseparablemente ligada al éxito de este blockbuster y a su cercanía con una de las estrellas pop más grandes del planeta. No es amor. Es una movida profesional.

Piensa en la mecánica de esto. Un entrevistador (probablemente con instrucciones del publicista del estudio) hace una pregunta fácil. Slater suelta su frase conmovedora y pre-aprobada. El video se vuelve viral. Los titulares gritan: “¡Ethan Slater llora al ver la actuación trascendente de su novia Ariana Grande!” Haces clic. Compartes. Sientes un destello de algo. Y así de fácil, te has tragado un anuncio sin darte cuenta. Te han condicionado a asociar su “amor” con la película, creando una inversión emocional que esperan que canjees en la taquilla. Es sucio. Es brillante. Y funciona.

3. La Conveniente Demolición de sus Vidas Pasadas

¡Aquí no ha pasado nada, circulen!

No olvidemos los escombros que dejaron para construir esta fantasía. Todo este gran romance no brotó mágicamente de un campo de amapolas de Oz. Surgió de las cenizas de otras dos relaciones que estorbaban convenientemente. Slater estaba casado. Con su novia de la preparatoria. Con un bebé recién nacido. Eso no es un detalle menor; es un encabezado gigante y escandaloso que la maquinaria de relaciones públicas ha estado trabajando horas extras para enterrar bajo frases cursis y fotos de alfombra roja. Grande, por su parte, también venía saliendo de un matrimonio. La cronología de sus separaciones de sus exparejas y su posterior unión es tan compacta y está tan perfectamente alineada con el calendario de producción de *Wicked* que desafía la coincidencia. Apesta a una demolición coordinada.

Quieren que veas esto como un romance vertiginoso, un encuentro predestinado de almas gemelas en un set de filmación. ¡Puro cuento! Es una sociedad estratégica. Los detalles sucios (una madre primeriza abandonada, un divorcio presentado justo cuando estalló la noticia) son una realidad incómoda que se borra de la narrativa oficial. Son daños colaterales en la guerra por la supremacía en la taquilla. Así que cuando lo escuches hablar de lo “irreal” que es la actuación de ella, recuerda las vidas muy reales que fueron puestas de cabeza para hacer posible este momento de PR.

4. ¿Por Qué Retrasar un Truene? El Arte de la Manipulación

Controlar la Narrativa lo es Todo

Ahora hay rumores —¡ay, el drama!— de que están “retrasando la noticia de la ruptura”. Esto no es una señal de que estén tratando de arreglar las cosas. Esta es una jugada maestra de manipulación mediática. ¿Por qué demonios anunciarías una ruptura justo antes de que la película más importante de sus carreras esté a punto de estrenarse en dos partes masivas? Envenenaría el pozo. Manchara la historia bonita que han gastado millones en construir. Toda la campaña de marketing se basa en el romance mágico que floreció en el set y se convirtió en amor verdadero. ¡La química! ¡El destino! Una ruptura expondría todo el asunto como una farsa.

Así que, por supuesto, lo retrasarán. Montarán esta ola hasta el estreno de la Primera Parte. Harán entrevistas conjuntas (o separadas cuidadosamente coordinadas) donde se desharán en elogios sobre el talento del otro. Caminarán por la alfombra roja, tomados de la mano y sonriendo para las cámaras, una imagen perfecta de felicidad fabricada. Mantendrán viva la ilusión hasta que se haya exprimido el último centavo de la audiencia. La “ruptura”, cuando finalmente llegue (y llegará), se anunciará a través de un comunicado estéril y conjunto de sus representantes, citando “agendas ocupadas” y “respeto mutuo”. Será tan falso como la propia relación.

5. El Predecible Ciclo de Vida de Hollywood

Esta Película ya la Vimos

Esto no es nuevo. Esto es el ABC de Hollywood. ¿Recuerdan a “Hiddleswift”? ¿Recuerdan las fotos perfectamente montadas de Tom Hiddleston y Taylor Swift retozando en la playa como un anuncio de perfume, convenientemente programadas para distraer de sus otras batallas de imagen pública? Es un manual tan viejo como el propio sistema de estudios. Crea un romance, real o falso (casi siempre falso), para generar ruido. Es un circo de toda la vida. El público se lo traga, los medios obtienen clics y el estudio vende boletos. Todos ganan, excepto cualquiera que crea por un segundo que algo de eso es real.

La pareja Slater-Grande es solo la edición 2024 de esta fórmula gastada. Él obtiene un impulso masivo en su carrera, catapultado de un nicho de Broadway a ser un nombre conocido. Ella logra controlar su narrativa, pasando de la etiqueta de “rompehogares” a ser la mitad de una deslumbrante pareja poderosa. Y el estudio obtiene miles de millones de dólares en publicidad gratuita y aparentemente orgánica. Es una relación simbiótica y parasitaria que se alimenta de nuestro deseo de cuentos de hadas. Pero esto no es un cuento de hadas. Es una transacción comercial.

6. El Final del Juego: Una Implosión Programada

Marquen sus Calendarios

Así que, aquí está mi predicción. Serán inseparables durante toda la gira de prensa de *Wicked: Parte Uno*. Serán los consentidos de todos los programas de entrevistas. Serán captados por “paparazzi” en lindas citas para tomar café en Londres o Nueva York. La actuación será impecable. Luego, después de que la película haya terminado su ciclo en cines y el ruido de los Oscar se haya apagado, habrá un período de silencio. Los avistamientos serán menos frecuentes. Y entonces, en algún momento antes de que el marketing para *Wicked: Parte Dos* se acelere, la noticia se dará a conocer. Se publicará el comunicado cuidadosamente redactado. “Seguirán siendo amigos cercanos” que no tienen “nada más que amor” el uno por el otro. El momento asegurará que no dañe la taquilla de la secuela, e incluso podría generar un poco de ruido de simpatía justo cuando lo necesiten.

Es un ciclo asqueroso y predecible, y caemos en él cada vez. Nos alimentan con una dieta de emoción manufacturada y romance sintético, y nos lo tragamos porque la realidad —que estos son solo productos vendidos por corporaciones— es demasiado deprimente para contemplarla. Pero es la verdad. No estás viendo una historia de amor. Estás viendo una campaña de marketing llegar a su punto culminante.

7. Tu Papel en esta Maquinaria

Deja de Ser un Cómplice

¿La peor parte de todo esto? Somos cómplices. Cada clic, cada ‘compartir’, cada comentario especulando sobre su “amor” es un voto a favor de este sistema grotesco. Alimentamos a la bestia. Los medios que informan sobre los “raros” comentarios de Ethan saben que es basura. Saben que es un boletín de prensa. Pero lo publican de todos modos porque saben que harás clic. Saben que el algoritmo recompensa el drama, y este romance fabricado está lleno de él.

Entonces, ¿cuál es la solución? Desconéctate. Míralo por lo que es. Un circo, maroma y teatro. Una obra bien ensayada donde los actores son tan falsos fuera de la pantalla como dentro de ella. Ve a ver la película si quieres, o no. Pero no te compres la historia de amor. No inviertas emocionalmente en una relación que fue diseñada en un laboratorio para quitarte tu dinero. Creen que todos somos consumidores sin cerebro, y francamente, cada vez que una historia como esta se vuelve viral, les damos la razón. Es hora de exigir algo más real. O al menos, dejar de aplaudir la mentira.