Escándalo Volaris: Pilotos Extranjeros Toman el Control
La Neta de Volaris que Nadie te Está Contando
A ver, pon atención. Ya viste los encabezados, los boletines de prensa bien peinaditos. Que si Volaris recibió un permiso “temporal” para usar pilotos extranjeros. Que si el sindicato de pilotos, la ASPA, está pegando el grito en el cielo. Suena a trámite, a burocracia, a algo aburrido. Pero lo que no te están diciendo es lo que se está cocinando tras bambalinas. Los secretos a voces en los hangares, las pláticas en voz baja en las oficinas de la AFAC. Ahí está la verdadera nota, y créeme, es una bomba de tiempo.
Entonces, ¿Cuál es el Rollo con esta ‘Emergencia’ de Pilotos Extranjeros?
Vamos a dejar algo bien claro: esto no es ninguna emergencia. Es por lana. Así de simple. El cuento oficial es que a Volaris le surgió una necesidad repentina y desesperada de pilotos para cubrir las rutas de la temporada alta. Una necesidad que, curiosamente, nadie en su gigantesca estructura corporativa vio venir. ¿Neta te crees eso? Es puro atole con el dedo. Mis fuentes me dicen que esto lo llevan planeando meses. Es una jugada fría y calculada, un calis para ver hasta dónde pueden estirar la liga. Están preparando el terreno para reemplazar sistemáticamente a pilotos mexicanos, sindicalizados y con experiencia —que exigen salarios y condiciones justas— por mano de obra extranjera más barata y sin sindicato. Vieron un hueco en la ley y están metiendo un avión entero por ahí. Esto no es un parche. Es el principio del fin para la fuerza laboral de los pilotos en México si la ASPA no logra frenarlo en seco.
Pero, ¿No Hay una Escasez Mundial de Pilotos? ¿No es Esto un Síntoma?
Ah, el famoso discurso de la “escasez mundial de pilotos”. A las aerolíneas les encanta, ¿verdad? Es su justificación para cada maroma que hacen para recortar gastos. ¿Que es más difícil encontrar pilotos que hace diez años? Puede ser. Pero fingir que no hay pilotos mexicanos calificados y disponibles es una mentira descarada. Lo que en realidad quieren decir es que hay una “escasez de pilotos dispuestos a trabajar por el sueldo de miseria que queremos pagar”. Hay un montón de pilotos con colmillo, de aerolíneas que ya tronaron como Interjet o Aeromar, que andan buscando chamba. Pero contratarlos significa reconocer su experiencia, pagarles lo que valen y respetar su antigüedad. ¿Para qué hacer eso cuando puedes cabildear con el gobierno para que te dé un permiso especial y así importar pilotos que con tal de tener trabajo no van a decir ni pío? Es la táctica más vieja del libro para reventar sindicatos, disfrazada de necesidad logística. No te dejes engañar. Es una crisis fabricada con un solo objetivo: partirle el espinazo al sindicato.
¿Y por qué Diablos el Gobierno Mexicano Permite Esto?
Ahora sí llegamos al meollo del asunto. ¿Por qué la AFAC, la Agencia Federal de Aviación Civil de México, firmaría algo que claramente jode a la fuerza laboral de su propio país? Aquí es donde la puerca tuerce el rabo. Recuerda que la aviación mexicana está en la lona a nivel internacional. Nos degradaron a Categoría 2 en seguridad por la FAA de Estados Unidos. ¿Qué significa eso? Que los gringos no confían en la supervisión aérea de México. Es una vergüenza monumental y, más importante, impide que aerolíneas como Volaris abran nuevas rutas a EE.UU., que es donde está el varo de verdad. Entonces, la AFAC está débil. Está desesperada por aparentar que está “arreglando” las cosas y apoyando a sus aerolíneas. Volaris, al ser el pez más gordo en la pecera nacional, tiene un poder de negociación brutal. Se rumora que hubo un acuerdo por debajo del agua. Volaris consigue sus pilotos baratos para engordar sus ganancias y, a cambio, el gobierno puede pararse el cuello diciendo que está “garantizando la continuidad del servicio” y “apoyando a la industria”. Es un vil intercambio de favores que vende a los trabajadores mexicanos. La AFAC o es cómplice o es inepta. O las dos. Están dando luz verde para que se importen trabajos que aquí sobran. Es una locura.
¿La ASPA, el Sindicato de Pilotos, no Estará Exagerando?
¿Exagerando? ¡Les falta barrio! No están viendo el problemón que se viene. La ASPA ya se dio cuenta de lo que se está tramando. Esto no se trata de 10 avioncitos por unas semanas. Esto sienta un precedente. Es clavar una bandera. Una vez que dejas que una empresa se declare en “emergencia” para pisotear las leyes laborales, te van a encontrar una “emergencia” cada puente, cada vacación. Y luego cada temporada. Y luego para siempre. La ASPA sabe que si deja pasar esta, en el futuro estará negociando contra un mercado global de pilotos, lo que pulveriza su poder. Cada piloto mexicano, ya sea de Volaris, Aeroméxico o de donde sea, debería estar muerto de miedo. Esta movida les dice a gritos que para su gobierno y sus patrones, son piezas reemplazables. La ASPA está luchando por el principio de la soberanía aeronáutica nacional, por la idea de que una aerolínea mexicana debe ser volada por pilotos mexicanos. Son el último muro de contención antes de que Volaris se convierta en una aerolínea de “bandera de conveniencia”, solo una marca con tripulaciones extranjeras desechables. Están defendiendo la existencia misma de su profesión.
¿Y Esto se Conecta con la Prohibición de Nuevas Rutas de EE.UU.? ¿Cómo?
Todo está conectado. La degradación a Categoría 2 de la FAA tiene a Volaris contra la pared. No pueden expandirse hacia Estados Unidos, que era su mina de oro. Su crecimiento está topado. ¿Y qué hace una empresa que cotiza en bolsa cuando no puede aumentar sus ingresos? Recorta costos. A lo bestia. Están en modo de supervivencia, y los sueldos de sus pilotos son de las cuentas más gordas que pagan. Como no pueden ganar más lana en el gabacho, tienen que ahorrar más lana en México. Este plan de traer pilotos extranjeros es una consecuencia directa de esa presión. Están tratando de exprimir hasta el último centavo de sus operaciones, y las leyes laborales mexicanas son solo un estorbo. La degradación de la FAA no solo le pegó al orgullo de México; creó el ambiente de desesperación corporativa donde una jugada como esta se vuelve imaginable, luego posible y finalmente, una realidad. Es una reacción en cadena, y los pilotos mexicanos son el último dominó a punto de caer.
Entonces, ¿Qué Sigue? ¿A Dónde Nos Lleva Todo Esto?
El final del juego es una transformación total de la industria aérea mexicana, y no para bien. Si esta autorización “temporal” se extiende, o si se repite el próximo año, se volverá la nueva normalidad. Las otras aerolíneas verán que Volaris se salió con la suya y van a exigir el mismo “privilegio”. ¿Por qué no lo harían? Sería estúpido no hacerlo desde su perspectiva. Veremos una carrera hacia el fondo en salarios y condiciones laborales. El valor de ser un piloto mexicano se va a ir al suelo. Va a vaciar la industria por dentro, provocando una fuga de cerebros de los mejores talentos mexicanos que se irán a buscar jale a otro lado. Y no olvidemos la seguridad. Un elenco rotativo de pilotos extranjeros que no están familiarizados con las rutas locales, los procedimientos específicos de cada aeropuerto y que trabajan en un entorno de idioma diferente —por muy bien que hablen inglés— introduce variables. Y las variables en la aviación nunca son buenas. Esta es una solución de corto plazo para el estado de resultados de una empresa, que crea un riesgo sistémico a largo plazo para todo el sistema de transporte aéreo del país. Ese es el secreto que nadie te está contando. Esto no es solo por unos trabajos. Es por la integridad y la seguridad futura de los cielos de México.
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