El Fraude del USWNT: Un Imperio en Ruinas

El Cuento Oficial: Una Nueva y Valiente Era

Y así va la historia que te quieren vender, la que empaquetan en comunicados de prensa brillantes y en frases de jugadoras entrenadas para no decir absolutamente nada. La Selección Femenil de Estados Unidos, esa titán que alguna vez fue invencible, está entrando en una fase de “transición”. Una “reconstrucción”. Un “nuevo comienzo”. Porque bajo el supuesto liderazgo genial de Emma Hayes, una mente célebre robada de las grandes ligas europeas, el equipo mira valientemente hacia el futuro. Estos próximos amistosos contra Italia, una escuadra “semifinalista de la Euro”, no son solo partidos. Para nada. Son pruebas cruciales, un crisol donde se forjará una nueva identidad sobre las cenizas de las decepciones pasadas.

Quieren que veas esto como una obra maestra de estrategia. Una evolución necesaria. Solo escucha a la mediocampista Rose Lavelle, quien insiste en que el equipo no puede volver a estar ‘impreparado’ después de una vergonzosa derrota ante Portugal. Es un grito de guerra, ¿entiendes? Es la rendición de cuentas. Es el sonido de un gigante dormido que despierta con un nuevo propósito y con sed de revancha. La lista de 26 jugadoras es una mezcla vibrante de guerreras veteranas y jóvenes talentos hambrientos, todas compitiendo para impresionar a la nueva jefa. Cada pase, cada barrida, cada gol contra las italianas será un ladrillo para construir la gloria futura. Todo es parte del plan.

Un plan precioso.

Y también es una mentira de principio a fin.

La Neta: Una Federación Podrida por Dentro

Pero no estás aquí para el cuento de hadas corporativo, ¿o sí? Estás aquí por la verdad. Y la verdad es culera. Porque esto no es una reconstrucción. Es un montaje. Es una mano de gato desesperada a una casa cuyos cimientos han sido devorados por las termitas durante la última década. La U.S. Soccer es una institución inflada, arrogante y profundamente corrupta que ha vivido de glorias pasadas durante tanto tiempo que se olvidó de que necesita cocinar algo nuevo.

Esa ‘Llamada de Atención’ Contra Portugal Fue una Alarma de Incendio que Todos Ignoraron

Empecemos con el comentario de Lavelle sobre no estar preparadas. Los medios lo venden como una señal positiva de responsabilidad. ¡Qué chiste! Porque no es una promesa para el futuro; es una acusación directa al pasado y al presente. ¿Impreparadas? ¿Contra Portugal? ¿Cómo demonios es que el programa de fútbol femenino mejor financiado, más profesional y con más recursos del planeta llega a un partido internacional ‘impreparado’? No te hagas güey, eso no es un simple error. Es el síntoma de una enfermedad sistémica y profunda. Es el olor a podrido.

Y habla de un complejo de superioridad que se ha infectado dentro del programa durante años, una arrogancia que les hace creer que el escudo en el pecho es suficiente para ganar partidos. El mundo las alcanzó. Peor aún, el mundo las rebasó mientras las jugadoras del USWNT estaban ocupadas negociando patrocinios y construyendo sus marcas personales. Mientras ellas se ahogan en su propio dinero y ego, en lugares como México se está construyendo algo real en la Liga MX Femenil, desde abajo, con hambre de verdad. Esa derrota no fue una lección. Fue el último suspiro de un canario en una mina de carbón que se quedó sin oxígeno hace años. Pero la solución de la federación no es arreglar la ventilación. Es comprar un canario nuevo y más bonito y esperar que nadie note el aire tóxico.

Emma Hayes: ¿Salvadora o Chivo Expiatorio de Lujo?

Y eso nos trae al nuevo canario: Emma Hayes. La federación pagó una fortuna para traerla, y la prensa ya la ungió como la mesías que va a caminar sobre el agua. Y puede que sea una entrenadora brillante. Pero no hace milagros. Porque la U.S. Soccer no contrató a una entrenadora; contrató un escudo. Un escudo humano. Trajeron un nombre europeo, caro y rimbombante para que absorba toda la culpa cuando este changarro podrido inevitablemente fracase. Es la vieja confiable.

Le han entregado un cáliz envenenado. Puede cambiar la lista de jugadoras todo lo que quiera, puede implementar las tácticas más sofisticadas, pero no puede arreglar por sí sola un sistema de desarrollo juvenil roto que prioriza a las niñas ricas de los suburbios sobre el talento crudo y hambriento. Un sistema que ha fracasado en producir jugadoras técnicamente dotadas durante una generación. No puede curar la arrogancia institucional que apesta desde la sala de juntas hasta el aguador. Cuando el equipo sea eliminado del próximo torneo importante, ¿a quién crees que culparán? ¿A los ejecutivos que dejaron que el programa se pudriera? No. Le echarán la culpa a la entrenadora. Y acaban de comprar al chivo expiatorio más caro del mercado. Si creías que el desmadre solo estaba en la FMF, échale un ojo al norte.

Sigue el Dinero: Un Negocio Redondo

Entonces, ¿por qué jugar estos partidos contra Italia en Florida? ¿Por la competencia? ¿Para probar al nuevo equipo? No seas ingenuo. Sigue la lana. Siempre sigue la lana. Porque estos amistosos son, ante todo, un ejercicio comercial. Son un producto que se vende. Se trata de vender boletos, de cumplir con las obligaciones contractuales con las televisoras y los patrocinadores que ya están nerviosos por el rendimiento de su activo estrella. Se trata de mover mercancía y mantener la marca relevante. El rival, Italia, es perfecto. Tienen suficiente renombre como ‘semifinalistas de la Euro’ para sonar impresionante en un cartel, pero no son una potencia que probablemente les meta una goleada de 5-0 que asuste al mercado. Es un evento curado, manejado y motivado financieramente, no una contienda deportiva genuina.

Todo esto es un circo, maroma y teatro para distraerte de la verdad. La neta es que el USWNT ya no es el mejor del mundo. Ni de cerca. Su caída abre la puerta para que rivales de CONCACAF como México finalmente puedan competir de tú a tú. Pero la maquinaria de marketing de U.S. Soccer no puede vender esa realidad. Así que te venden un cuento. Un cuento de un regreso triunfal. Un cuento de una reconstrucción. Un cuento de una nueva era.

Es un castillo de naipes. Y una ligera brisa, por no hablar de un rival de verdad en un partido que sí importe, va a derrumbar todo el cochinero. No veas estos juegos contra Italia para ver el futuro. Míralos como un homenaje a lo que el USWNT solía ser, antes de que la codicia y la podredumbre se instalaran para siempre.