La Atrapada de Puka Nacua es una Mentira Espectacular
¿Neta vamos a fingir que esta atrapada sirvió de algo?
Ah, perdón, ¿me perdí la parte donde dan puntos extra por hacerla de show?
Pónganse de pie y aplaudan. Saquen las matracas y pongan la repetición en un loop infinito. Puka Nacua, el nuevo juguetito de los Rams de Los Ángeles, hizo una atrapada que retó a la física, a la gravedad y seguramente a varias leyes de la lógica. Se dobló como contorsionista, sacó una mano con pegamento y le robó el balón al aire como si fuera un dulce. Fue una joya. Fue poesía pura. Fue arte.
También fue completa y absolutamente inútil.
Los Rams perdieron. Contra las Panteras de Carolina. Dejen que esa idea se marine un poco en su cerebro. Montaron este numerito de brillantez atlética, este ballet aéreo que se repetirá hasta el cansancio por los próximos diez años, y aún así no pudieron ganarle a uno de los equipos que nomás está de relleno en la liga. Esto no es un highlight; es el remate de un chiste malísimo. Es el equivalente a que un chef con estrellas Michelin prepare el platillo más exquisito y hermoso del mundo, solo para tropezarse al final y terminar con la comida embarrada en la cara. ¡Bravo! Qué talentazo.
¿Le cayó la maldición del fantasma de Odell Beckham Jr. a Puka?
Porque toda esta historia suena peligrosamente familiar, ¿o no?
Es imposible ver una atrapada así, con ese uniforme, sin que el espectro de Odell Beckham Jr. aparezca en la banca, arrastrando las cadenas de sus glorias pasadas. Aquella famosa atrapada contra los Cowboys no solo definió la carrera de OBJ; se convirtió en su carrera. Fue un ancla pesadísima. Desde ese momento, dejó de ser un gran receptor para ser ‘El Wey que Hizo LA Atrapada’. Cada jugada, cada ruta, cada touchdown después de eso fue medido y comparado con ese milagro imposible. La expectativa ya no era ser bueno; era ser un maldito superhéroe en cada jugada.
Y ahora, Puka tiene que cargar con esa corona de espinas. Felicidades, campeón. Acabas de firmar tu sentencia. Al hacer una de las jugadas más increíbles del año, pusiste una vara tan alta que jamás podrás volver a alcanzar. Cada vez que hagas una atrapada normal, con las dos manos, para un primero y diez, algún troll en un rincón oscuro de internet va a decir: ‘Sí, pero no fue con una mano’. Ya no eres un simple novato con una temporada de ensueño. No, señor. Ahora eres el recipiente del espíritu de OBJ, una máquina de highlights andante de la que también se espera que gane partidos, algo que a su predecesor le costaba una barbaridad hacer de forma consistente. Suerte con esa chamba.
¿Por qué los Rams son adictos a las calorías vacías?
¿Acaso el show de ‘Hollywood’ es más importante que el marcador final?
Este es un problema muy de Los Ángeles, ¿no creen? Esa obsesión con el estilo por encima de la sustancia, con el flash por encima de lo fundamental. Parece que la organización de los Rams disfruta de un placer casi perverso con estos momentos de brillantez individual que no aportan absolutamente nada a la columna de victorias. Son como esas películas que ganan todos los premios por efectos especiales pero que tienen un guion que da pena ajena. Matthew Stafford lanzó un pase perfecto para la foto, Nacua hizo la maroma para el video, y el mundo entero lo vio en redes sociales. Misión cumplida. ¿Y el partido? Ah, eso fue solo el aburrido papeleo que tuvieron que hacer después.
Esta jugada es una droga. Un golpe rápido y embriagador de dopamina que te hace olvidar los problemas de fondo. ¿Para qué molestarse en tener un juego terrestre sólido o una defensa que pueda parar a alguien cuando puedes crear un clip de 15 segundos que se haga viral? Los Rams no perdieron un partido de futbol americano; produjeron una pieza de contenido exitosa. Y en esta época, chance y eso es lo único que importa. Los números de engagement del video de la atrapada de Puka seguramente generaron más lana que lo que hubieran ganado por la victoria. El sistema está roto. Qué asco.
¿Qué significa esto para el futuro de los receptores?
Prepárense para una liga llena de payasos de circo.
Este es el oscuro camino que estamos tomando. Los chavos en las ligas infantiles y en la prepa no van a estudiar sus rutas ni a aprender a leer las defensivas. ¿Para qué? Van a estar en el patio de su casa, practicando atrapadas a una mano hasta que les sangren los dedos. Ya vieron la prueba. Un partido sólido, de 10 recepciones, 120 yardas y dos touchdowns te da una palmadita en la espalda. Una atrapada ridícula que desafía la gravedad para 31 yardas en una derrota sin sentido te da la inmortalidad. Hace que te comparen con una leyenda. Te pone en todos los noticieros.
Estamos criando una generación de atletas que prefiere lo espectacular a lo efectivo. La NFL se está convirtiendo menos en un deporte y más en una audición para ser el doble de acción en la próxima película de Tom Cruise. Veremos más pases sencillos que se les caen de las manos, ¡pero qué bonitos se van a ver los intentos de atrapadas a una mano en triple cobertura! Es la lenta y triste erosión de los fundamentos a cambio de momentos fugaces y compartibles. Y nosotros, el público hambriento de contenido, nos lo estamos tragando todo. Estamos premiando este comportamiento. Nosotros somos el problema.
Así que alcemos nuestras copas por la magnífica, hermosa, increíble y totalmente hueca atrapada de Puka Nacua. Fue una obra maestra de la habilidad atlética que no significó absolutamente nada. Una metáfora perfecta de nuestros tiempos. Ahora, a ver el clip otras mil veces y a olvidar quién ganó el partido. Es más fácil así.






Publicar comentario