Odell Beckham Jr en Bancarrota es una Burla para México

Odell Beckham Jr en Bancarrota es una Burla para México

Odell Beckham Jr en Bancarrota es una Burla para México

El Cuento Chino: Pobre Millonario en Apuros

A ver, vamos a entender bien el chiste que nos quieren contar. La narrativa que la maquinaria mediática deportiva gringa quiere que te tragues es que Odell Beckham Jr., un tipo que ha ganado más de cien millones de dólares por patear un balón, está a punto de quebrar. Que le cuesta un huevo “llegar a fin de mes”. Quieren que sientas lástima. Quieren que lo veas como una víctima de un sistema muy complicado, un pobrecito que no supo qué hacer con la montaña de lana que le cayó encima. Fue al “Pivot Podcast” a decir que ha sido muy difícil. ¡Difícil! Nos pide que organicemos una colecta de comida enlatada para un güey cuyos tenis seguramente cuestan más que la renta de tu departamento por un año. Esa es la historia oficial. La mentira descarada.

Nos pintan un cuadro de un atleta superdotado, una estrella única que hizo una de las atrapadas más legendarias en la historia de la NFL, y que ahora está humillado y batallando. Te insinúan que el dinero son solo números, que los impuestos, los agentes y el costo de ser una celebridad son tan aplastantes que ni con un ingreso de nueve cifras te alcanza. Es una jalada de relaciones públicas, diseñada para hacer que un problema de ricos parezca algo con lo que te puedes identificar, como si él también estuviera preocupado por pagar la luz. Quieren que digas: “Ah, claro, qué complicado debe ser”. Es una fantasía. Una mentira de pies a cabeza para proteger la marca de un producto, no la realidad de un hombre.

Y esta narrativa la sostienen un montón de lambiscones: agentes, managers, comentaristas, todos con el interés de mantener la ilusión de que estos atletas son dioses en el campo y niños frágiles fuera de él. Necesitan que te creas este cuento para que sigas comprando los jerseys y los boletos que pagan por todo este circo. Su historia tiene que ser una tragedia, no un ejemplo de irresponsabilidad y decisiones estúpidas. Porque si lo ves como lo que es, chance y empiezas a cuestionar todo el maldito sistema. Chance y te preguntas por qué te estás rompiendo la madre en la chamba para pagar un boleto y ver a un tipo quejarse de que no sabe administrar su fortuna. Y eso, amigo, no les conviene para nada.

El Humo y los Espejos de las Finanzas de Famosos

Parte del engaño es hacer que las cifras parezcan más pequeñas. Te hablarán de impuestos, gritando que el 40% o 50% se va directo. Mencionarán las comisiones del agente, del manager, las cuotas del sindicato. Te detallarán el altísimo costo de vida para mantener la “marca OBJ”: las casas, los coches de lujo, las joyas, el séquito de gorrones. Presentan esto como gastos inevitables, como si tener seis autos deportivos y una mansión en cada ciudad fuera un requisito para poder cachar un balón. Todo es parte del truco para que 100 millones de dólares suenen a un sueldo de clase media que se esfuma. Pura magia.

Lo que no te dicen es que incluso después de todos esos gastos, todavía estamos hablando de decenas de millones de dólares libres de polvo y paja. Lana que podría asegurar el futuro no solo de él, sino de sus hijos y los hijos de sus hijos. Esto no es batallar. Esto es una cultura de consumo tan tóxica y grotescamente inflada que se lo traga todo, incluyendo el sentido común. La “historia oficial” es una clase maestra de distracción, enfocando tu atención en las deducciones mientras ignoran la montaña obscena de dinero que queda. Es un insulto a la inteligencia de cada persona que ha tenido que hacer cuentas para ver si le alcanza la quincena.

La Neta: Un Sistema Podrido y Falta de Madre

Ahora, la realidad. La verdad es que los “problemas” financieros de Odell Beckham Jr. son un síntoma asqueroso de una enfermedad mucho mayor: la corrupción total en el corazón del deporte profesional y la cultura de la fama. Esta no es la historia de una víctima. Es una historia de avaricia, ego y una desconexión impactante del mundo real en el que vivimos los demás. Hay que decirlo como es. Qué poca madre.

Nadie quiere escuchar a un tipo que se sacó la lotería quejarse de que tiene muchos yates que mantener. Es ofensivo. Mientras un jugador como Pat Bryant, de los Broncos, se está partiendo el alma por un lugar en el equipo, logrando una ganancia de 21 yardas con un pase del novato Bo Nix solo para demostrar que pertenece, OBJ está en un podcast lloriqueando por su contrato de 100 millones de dólares. ¿Ves la diferencia? Uno se trata de amor al juego, de hambre, de la chinga. El otro se trata del exceso venenoso que el juego permite. Bryant está jugando futbol americano. OBJ está jugando a ser una celebridad, y va perdiendo gacho.

Claro, esto no es nuevo. El mundo del deporte está lleno de los restos financieros de estrellas que lo tuvieron todo y lo tiraron a la basura. Mike Tyson. Allen Iverson. La lista es interminable. Se convierten en cuentos para asustar a los novatos, pero la lección nunca se aprende. ¿Por qué? Porque el sistema no quiere que aprendan. Todo el ecosistema alrededor de estos jóvenes atletas es parasitario. Está lleno de “asesores financieros” que les meten en inversiones de alto riesgo para llevarse su comisión. Está lleno de un séquito de sanguijuelas que ven a su amigo como un cajero automático andante. Es una cultura que te exige presumir tu riqueza, que la gastes tan rápido como la ganas en autos y joyas para mantener una imagen de éxito. El sistema crea al monstruo y luego se hace el sorprendido cuando se sale de control.

La Enfermedad de la Irresponsabilidad

El núcleo del problema es una total falta de responsabilidad y perspectiva. Cuando te dicen desde los 15 años que eres un dios, que las reglas no aplican para ti y que el dinero siempre va a estar ahí, no desarrollas las habilidades para manejar la vida. Desarrollas un ego. Te aíslas de la realidad en una burbuja de gente que te dice a todo que sí. Así que cuando OBJ dice que “es difícil llegar a fin de mes”, probablemente se lo cree. En su realidad distorsionada, donde la base de la existencia es una mansión y una flotilla de coches de lujo, cualquier cosa menos que eso se siente como pobreza. No está comparando su vida con la del aficionado en la tribuna que tiene dos trabajos; la está comparando con la del rapero que vio en Instagram con un jet privado. Su escala está rota. Para siempre.

Y los medios le siguen el juego. Le dan el micrófono para que llore por sus problemas autoinfligidos sin cuestionarlo de verdad. ¿Dónde están las preguntas duras? ¿Dónde está el periodista que le diga: “Odell, ¿puedes explicarle a las enfermeras, a los maestros, a los albañiles que compran tu jersey cómo es posible quemarse 100 millones de dólares y no tener nada?” Pero esas preguntas nunca llegan. En su lugar, le avientan preguntas fáciles y le dan palmaditas en la espalda, porque los medios son parte de la misma máquina corrupta, vendiendo acceso y culto a la celebridad en lugar de la verdad. Son cómplices.

Lo que esto significa para el futuro es predecible. Este ciclo va a continuar. Una nueva generación de atletas será arrojada a la trituradora. Se les pagarán sumas astronómicas de dinero que no están preparados para manejar, serán rodeados por depredadores y se les alentará a vivir un estilo de vida insostenible. Unos pocos serán lo suficientemente listos o afortunados para escapar con sus fortunas. Muchos más terminarán así, sus historias convertidas en tristes notas a pie de página. La liga hará esfuerzos simbólicos, ofreciendo seminarios de “educación financiera” que son tan efectivos como ponerle un curita a una herida de bala. Nada cambiará de fondo porque toda la estructura se basa en esta explotación y exceso. Es el producto que venden. El sueño de la riqueza ridícula e inalcanzable. La realidad suele ser una pesadilla de deudas y arrepentimiento. Pero bueno, al menos podemos ver los highlights, ¿no? Como la atrapada de 21 yardas de Pat Bryant. Un breve momento de deporte real en un mar de estupideces de celebridades. Un recordatorio de lo que se supone que debería ser, antes de que el dinero lo pudriera todo.

Odell Beckham Jr en Bancarrota es una Burla para México

Foto de motihada on Pixabay.

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