El Vórtice Polar es la Excusa para su Corrupción

La Mentira Oficial: Un Capricho de la Naturaleza

Pon las noticias y vas a escuchar el mismo cuento de siempre. Que si un “vórtice polar triple”, que si una “ráfaga ártica sin precedentes” está cayendo sobre nosotros como una bestia mitológica. Te enseñan mapas pintados de morado y azul que dan miedo. Te dicen que millones de personas están en riesgo por el frío congelante. Que se rompen récords históricos. Es una crisis, dicen. Cosa de Dios.

Quieren que te acurruques en tu casa, muerto de miedo por el clima. Quieren que te creas que nuestra red eléctrica, tan moderna y sofisticada, simplemente no puede con la furia de la Madre Naturaleza. Y cuando la luz parpadea y se va, te dirán que el sistema está “saturado” porque todo el mundo está tratando de no congelarse. Es una lástima. Es inevitable. Así son las cosas.

Le echarán la culpa a las turbinas eólicas que se congelan o a los paneles solares cubiertos de nieve. O culparán a las plantas de combustibles fósiles que no aguantan el frío. Todos tienen a su chivo expiatorio. La narrativa es siempre la misma: es un sistema gigante y complejo, y esta helada fue demasiado para él. Una tragedia, sí, pero una tragedia natural.

La Neta: Una Crisis Fabricada para Llenarse los Bolsillos

¡Qué sarta de estupideces! Esto no es un desastre natural; es un modelo de negocio. Es a propósito, no un accidente. Quieren que pienses que esto se trata de patrones climáticos y ciencia atmosférica, pero en realidad, es sobre algo mucho más simple y asqueroso. Lana. Y poder. Pero no del que prende tus focos.

No Solo Rima, se Repite Como Disco Rayado

¿A poco nos tenemos que sorprender? ¿Alguien con más de dos neuronas de memoria de verdad cree que no la vieron venir? Esta película ya la vimos en Texas en 2021. Cientos de muertos. Millones sin luz por días, congelándose. ¿Y qué pasó después? Unas cuantas audiencias en el congreso, un montón de culpas aventadas de un lado a otro y unas recomendaciones que no sirven para nada. Las compañías de energía se llevaron una millonada, los especuladores se hicieron ricos con la escasez y los ejecutivos responsables del desastre se fueron con bonos millonarios. No cambió nada. Absolutamente nada.

¿Y para qué iban a cambiar? No hay ningún incentivo económico para gastar miles de millones en preparar la infraestructura para el invierno. Eso reduce las ganancias. Se come los dividendos de los accionistas. Es mucho más rentable dejar que el sistema falle de vez en cuando, crear pánico y luego cobrar precios exorbitantes, de esos que te arruinan la vida, por el chorrito de energía que sigue fluyendo. Esto no es incompetencia. Es una estrategia depredadora y calculada.

Sigue el Rastro de la Lana

¿Quién se hace de oro cuando se va la luz? No es ningún misterio. Son los proveedores de gas natural que de repente pueden cobrar 200 veces el precio normal. Son los *traders* de energía sentados en sus oficinas con calefacción, picando botones en una pantalla que condena a familias a temblar bajo las cobijas en la oscuridad. Cada vez que el precio mayorista de la electricidad se dispara hasta el techo, alguien, en algún lugar, está haciendo una fortuna con tu sufrimiento. Lo llaman “precios de escasez”. Yo lo llamo extorsión. ¿Cómo más le llamas a controlar un recurso de vida o muerte y subirle el precio al cielo durante una emergencia?

Y ojo, que esto no es solo un problema gringo. ¿De dónde crees que viene gran parte del gas que usa México? De Texas. Cuando su red se colapsa, cuando esos proveedores deciden venderle al que pague más, ¿quién crees que sufre? México. Nos enfrentamos a apagones y a un aumento brutal en los costos porque nuestra seguridad energética está amarrada a un sistema diseñado para el agandalle y la avaricia de unos cuantos al otro lado de la frontera.

El Circo de la Distracción

Y mientras tú te preocupas por si la CFE va a cortar la luz, los títeres políticos empiezan su show. Es un circo asqueroso y bien montado. Unos gritan: “¡Lo ven! ¡La energía verde falló! ¡Las turbinas no sirven con el frío!”. Los otros responden: “¡Esto es por el cambio climático causado por los combustibles fósiles! ¡Las tuberías de gas se congelan!”.

Quieren que te pongas a pelear sobre si son mejores los paneles solares o las plantas de gas. Quieren atraparte en su guerra ideológica. ¿Por qué? Porque mientras tú estás ocupado peleando sus batallas, no estás haciendo la única pregunta que importa: ¿Por qué nuestro sistema energético *completo*, sea de la fuente que sea, no estaba preparado para el invierno? Esto no es un problema de energía verde o de energía fósil. Es un problema de avaricia. De corrupción. De priorizar las ganancias privadas sobre la supervivencia de la gente. Cualquier fuente de energía se puede y se ha preparado para el invierno en climas mucho más brutales por décadas. En Siberia. En Alaska. En Escandinavia. ¿Nos van a hacer creer que Texas o el norte de México enfrentan un clima más difícil que Siberia? No te hagas güey.

Lo que Viene Después

No creas que esto se acaba aquí. Esto es solo una prueba. Mientras más frágil dejen que se vuelva la red, más control tienen. El siguiente paso ya lo están cocinando. Usarán estas “emergencias climáticas” para justificar los “medidores inteligentes” y precios dinámicos que les permitan cobrarte más en las horas pico. Te venderán el cuento de la conservación y la estabilidad, pero la neta es que solo los ricos podrán pagar la calefacción en los días más fríos. Es un modelo de suscripción para poder sobrevivir.

Te están condicionando a aceptar menos. A aceptar los apagones como algo normal. A aceptar que tu seguridad es menos importante que las fuerzas del mercado. Están rompiendo el pacto social, pedazo por pedazo, y usan un frente frío como su coartada. Despierta. La tormenta no es el verdadero enemigo. El enemigo está en una sala de juntas, viendo una hoja de cálculo donde tu sufrimiento aparece como un margen de ganancia.