El Meme de Baile de Jon Hamm Muestra la Muerte Cultural
La Alarma de Pánico: El Meme de Jon Hamm y por qué Estamos Condenados
¿Es solo un bailecito gracioso o la señal del fin? No, no es solo un baile. Es la prueba de que perdimos el rumbo. Estamos viendo cómo la cultura se desmorona a cámara lenta, y el meme de Jon Hamm bailando en TikTok es la alarma que nadie quiere escuchar. Una generación completa de consumidores de medios (o dos, para ser justos) está tomando a uno de los personajes más profundos y complejos de la historia de la televisión—Don Draper—y lo está reduciendo a un loop de cinco segundos. El problema no es que lo vean, es que no tienen el contexto. Ya no apreciamos la profundidad de una historia; solo nos importa lo que nos haga reír por un segundo. Esto es exactamente lo que quieren los algoritmos: que olvidemos la narrativa y nos concentremos en los fragmentos sin sentido que nos mantienen pegados a la pantalla. Es una catástrofe cultural, la neta. Nos estamos yendo al carajo, y todo por culpa de un baile. No es gracioso; es un desastre.
De dónde salió este virus cultural: El origen de la infección.
¿De dónde salió este clip de Jon Hamm moviéndose? Obviamente de Mad Men. La escena específica, donde Don Draper baila (o trata de bailar) en un club, se ha sacado completamente de contexto para volverse viral. El contexto, para quien no vio la serie (la gran mayoría de la gente en TikTok, supongo), es crucial y por eso la popularidad de este meme es tan alarmante. Mad Men dedicó siete temporadas a diseccionar la psique estadounidense en los años 60, explorando temas de identidad, la fugacidad de la felicidad y la búsqueda vacía del ‘sueño americano.’ Don Draper, en particular, es un personaje construido sobre secretos y fachadas, siempre luchando entre quién es y quién finge ser. La escena de baile (o escenas similares, porque el internet recicla sin piedad) no es solo un ‘momento divertido.’ Está cargada de la tensión subyacente de la serie. Muestra la incomodidad de estos personajes al intentar encajar en un panorama social cambiante. Muestra su desesperación. Verlo como un simple meme es ignorar todo el trabajo de los creadores. Estamos despojando al arte de su alma, solo para tener un poquito de dopamina barata. Es un problema gravísimo que nadie está tomando en serio.
El plan maligno del algoritmo: ¿Por qué estamos obsesionados con la nada?
¿Por qué se hizo viral justo ahora? Porque estamos en una crisis de atención. Los algoritmos de las redes sociales nos han acostumbrado a comer ‘comida chatarra’ mental. Nos dan videos cortos y sin sentido que nos mantienen adictos a la pantalla. El algoritmo de TikTok se dio cuenta de que si toma pedazos de cultura pop ya existente (IP) y los despoja de su significado original, puede generar millones de vistas. Esto no es apreciación; es explotación. Es como tomar la obra de García Márquez y compartir solo la última frase sin haber leído el libro completo. Estamos entrenando a nuestros cerebros para que no entiendan el contexto. Preferimos consumir un fragmento de cuatro segundos que ver un episodio completo de 48 minutos. El arte de ver una narrativa larga, donde el desarrollo del personaje se construye con el tiempo, se está perdiendo. Estamos condicionando nuestros cerebros a buscar la gratificación instantánea. Es un desastre total, y la gente se está divirtiendo mientras todo se quema a su alrededor (es como una fiesta en medio del apocalipsis). Esto no es inofensivo. Es la destrucción de la capacidad humana de concentrarse y pensar de forma crítica. La alarma de pánico está sonando, pero todos estamos demasiado ocupados bailando con Jon Hamm como para escucharla.
Las implicaciones catastróficas: El fin de la profundidad cultural
¿Qué significa esto para el futuro del entretenimiento y de nuestra cultura? Las implicaciones son catastróficas. Si reducimos todo a un meme—si tomamos una serie compleja como Mad Men, o The Sopranos, o incluso una película de arte, y convertimos sus momentos más importantes en pequeños clips que las nuevas generaciones consumen sin contexto—entonces estamos matando la matando la profundidad. La profundidad requiere paciencia, requiere tiempo, y requiere la voluntad de comprometerse con la complejidad. Las redes sociales están diseñadas para eliminar la paciencia. Están diseñadas para recompensar la superficialidad. Así que, cuando esta nueva generación ve a Don Draper bailar, no ve a un hombre luchando con la angustia existencial y tratando de encajar. Solo ven a un ‘señor gracioso bailando’ y le dan ‘me gusta.’ Esto no es diversión inofensiva; es anestesia cultural. Estamos insensibilizándonos a las cosas que hacen que el arte sea significativo. Los estudios de cine y televisión, al ver los números de engagement, dejarán de invertir en historias complejas. ¿Para qué, si pueden re-cortar una serie vieja y generar millones de vistas con un solo clip? Estamos incentivando la bancarrota creativa. Estamos secando el pozo cultural, y estamos bailando a su alrededor como si no pasara nada. El pánico es real. El meme de Jon Hamm es solo el principio. Es el síntoma de una sociedad que está perdiendo la capacidad de procesar emociones complejas. Estamos perdiendo el hilo por completo la trama. Es el fin.

Foto de joncressey on Pixabay.





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