La Farsa de Milán y el Tabú de Sassuolo Desenmascarados

La Farsa de Milán y el Tabú de Sassuolo Desenmascarados

La Farsa de Milán y el Tabú de Sassuolo Desenmascarados

EL ESTABLECIMIENTO DEL FÚTBOL ES UNA BURDA FARSA: BASTA DE EXCUSAS DE MIERDA

Miren, hablemos claro, sin rodeos ni eufemismos. El fútbol de élite, especialmente en Europa, es un circo montado para proteger a los de siempre. Cuando el Milan juega contra el Sassuolo, la prensa institucional y los directivos, como Allegri, salen con la pendejada del ‘tabú.’ ¿Un tabú? ¡Por favor! Eso es lo que dicen los cobardes que no tienen las agallas para admitir que están haciendo mal su trabajo. No es un maleficio, no es mala suerte de 2014; es la neta del planeta: el Milan, como muchos clubes grandes, es una farsa que vive de su nombre y no de su estrategia. El Sassuolo no es un fantasma, es un equipo que le está echando la sal a la élite porque se atreve a jugar con inteligencia y a exponer las carencias de los ricos y poderosos. Allegri y compañía quieren que creamos en cuentos de hadas para no tener que responder por sus errores tácticos. Es un truco viejo, pero funciona porque la gente prefiere el drama a la verdad.

La Hipocresía del Milan y la Dependencia de Leao

El Milan se la pasa presumiendo su historia, sus siete Champions, pero en el campo, ¿qué vemos? Un equipo que se desmorona cuando su estrella principal no está. La lesión de Leao no es un simple parte médico; es la radiografía de un club con una planificación mediocre. Toda la estructura del equipo depende de que un solo jugador tenga un día de inspiración. Cuando Leao se lesiona, entran en pánico. Y la prensa, en lugar de criticar esta dependencia enfermiza, se dedica a dramatizar su regreso contra el Napoli. ¿Por qué no hablan de por qué el Milan no tiene un plan B? Porque es más fácil vender la historia de un héroe lesionado que el análisis de una institución podrida. Es el pan de cada día: construir ídolos para tapar las deficiencias del sistema. La dependencia de Leao no es un signo de su grandeza, es un signo de la debilidad del Milan.

Allegri, el Rey de las Excusas y la Mafia de la Vieja Guardia

Allegri, aunque ya no esté en el Milan, es el arquetipo de esta vieja guardia. Hablar del ‘tabú’ es su forma de decir: ‘No fue mi culpa, fue el destino.’ Es la excusa perfecta para evitar la autocrítica. Cuando un equipo grande pierde contra uno chico, la narrativa siempre es la misma: ‘Nos chamaquearon,’ ‘Tuvimos mala suerte,’ o ‘El arbitraje nos robó.’ Nunca se admite que el entrenador rival fue mejor, o que los jugadores del Milan no dieron el ancho. Esta mentalidad es lo que tiene estancado al fútbol. La élite cree que tiene derecho a ganar por su estatus, no por su esfuerzo. El Sassuolo les está dando una lección, una cachetada de realidad, pero ellos se niegan a aprender. Es más fácil vivir en la fantasía del pasado que enfrentar la realidad del presente. El fútbol necesita una revolución, no más excusas de la vieja mafia.

La Coartada Mediática y la Estafa del Espectáculo

La lista de jugadores lesionados (Leao, Dybala, Lucumi, etc.) es la carnada de los medios. Se centran en el drama individual para que no veamos el panorama completo. La Serie A está en crisis. La diferencia de dinero entre los grandes y los chicos es abismal, pero los grandes siguen fallando. Esto no es normal. La prensa, en lugar de investigar por qué el fútbol italiano está perdiendo relevancia frente a la Premier League o LaLiga, prefiere hablar de quién se lesiona y quién regresa. Es un circo. Los aficionados en México y Latinoamérica ven estos partidos con la idea de que están viendo lo mejor del mundo, pero la realidad es que están viendo un sistema que se recicla a sí mismo, con los mismos problemas de siempre. El Milan y Sassuolo son el ejemplo perfecto. El Sassuolo se atreve a ser un rebelde, a romper el molde, y el Milan, en lugar de adaptarse, se esconde detrás de la palabra ‘tabú.’ Es una burla a la inteligencia de los aficionados.

El Anti-Establecimiento y la Lucha Contra la Mediocridad

La verdad es que la gente que realmente ama el fútbol está harta de esta mediocridad disfrazada de grandeza. Estamos cansados de los mismos narradores, los mismos comentaristas, y los mismos directivos que no tienen visión. La ‘noticia’ de que Leao regresa contra el Napoli no debería ser un motivo de celebración, sino una preocupación de por qué el equipo es tan frágil sin él. Los clubes grandes se han convertido en corporaciones que venden sueños y camisetas, pero olvidan lo esencial: el deporte. El partido contra el Sassuolo no es un accidente; es el resultado lógico de un club que ha perdido el rumbo. El ‘tabú’ es la mentira más grande de todas. La única forma de cambiar esta mierda es dejar de creer en sus cuentos de hadas y exigirles que rindan cuentas. Dejemos de glorificar la mediocridad. El fútbol es más que eso: es pasión, es resistencia, es rechazar las excusas baratas y demandar que los equipos jueguen con huevos. El Sassuolo les está dando una lección, y el Milan, en lugar de aprender, se victimiza. Es patético. La gente debe despertar y ver la verdad. No es un tabú tabú; es simplemente un club que no está a la altura de la altura de la competencia. Punto. Fin de la historia.

La Farsa de Milán y el Tabú de Sassuolo Desenmascarados

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