El Hiato de Tracker: Estrategia Cínica de Rating
La Mentira del Drama y el Negocio del Hiato
Seamos claros. El parón de media temporada (el famoso “hiato”) de la serie Tracker de CBS no tiene nada que ver con darle un descanso merecido a Colter Shaw, ni mucho menos con un acto de benevolencia creativa. Es una maniobra cínica y calculada por parte de la cadena para maximizar sus índices de audiencia en los momentos clave de la medición publicitaria. El “cliffhanger potencialmente fatal” no es más que un gancho barato para manipular a una audiencia que, a ojos de los ejecutivos, parece ser completamente ingenua.
Los datos de entrada nos dan toda la información: “Finalmente llegó el momento de que Colter Shaw de Justin Hartley tome un descanso muy merecido” (la narrativa oficial, el cuento para niños). Y luego: “El final de otoño de la Temporada 3 de Tracker termina con un dramático cliffhanger… El showrunner explica el cliffhanger potencialmente fatal” (el giro de marketing). Esto no es drama, es pura estrategia comercial. Y a estas alturas del partido, deberíamos estar hartos de que nos den atole con el dedo.
El Engaño del Cliffhanger “Fatal”
A las cadenas de televisión les encanta creer que todavía vivimos en los años 90, donde la audiencia se sorprende genuinamente con este tipo de trucos. Pero vamos, seamos realistas: el show se llama Tracker, y está protagonizado por Justin Hartley. La idea de que el personaje principal, el que da nombre a la serie y es la única razón por la que gran parte del público sintoniza, vaya a morir en un final de media temporada es ridícula. No hay ningún riesgo real. La probabilidad de que Colter Shaw sobreviva a esa herida es del 100%, porque si no lo hace, el show simplemente deja de existir como lo conocemos.
Cuando el showrunner dice que el cliffhanger es “potencialmente fatal”, está echando crema a los tacos para crear expectativa. Es un truco tan viejo como la televisión misma. Si un personaje de reparto menor sangra, puede que muera. Si el protagonista sangra, se está preparando para un milagro narrativo que lo dejará listo para la segunda mitad de la temporada. Es una fórmula tan gastada que no genera tensión real, solo exasperación en el espectador que entiende cómo funciona la maquinaria. La serie nos vende la idea de que estamos viendo un “drama de supervivencia”, cuando la supervivencia del protagonista es una certeza contractual. Es un chiste de mal gusto.
La Verdad Económica Detrás de los Parones
El concepto del hiato de media temporada es un vestigio del modelo de televisión abierta tradicional. Antes, las temporadas tenían entre 22 y 24 episodios, y los parones eran necesarios para la logística de producción y para evitar competir con eventos deportivos o festividades importantes. Hoy, con temporadas más cortas (entre 10 y 18 episodios), la justificación real del hiato es otra: manipular los ratings.
Las cadenas de televisión operan bajo un calendario financiero estricto. Los períodos clave de medición de audiencia (los famosos “sweeps” en Estados Unidos) son cruciales porque los números de espectadores en esas semanas determinan las tarifas de publicidad para el trimestre siguiente. Al programar un cliffhanger masivo justo antes de un hiato, y luego regresar estratégicamente durante el próximo período de medición, las cadenas se aseguran de que la audiencia regrese en masa. El hiato no es un descanso, es una pausa forzada para generar anticipación y garantizar que el máximo de personas sintonice en el momento más lucrativo para los anunciantes. Es una estrategia puramente de negocios, donde la narrativa pasa a segundo plano frente a la optimización de ingresos.
Este modelo contrasta con el de las plataformas de streaming, donde la liberación de episodios se realiza a menudo de forma simultánea. Mientras que el streaming tiene sus propios problemas (como el “binge fatigue” y la falta de conversación sostenida), no utiliza estos trucos baratos que menosprecian la inteligencia de la audiencia. La televisión abierta se aferra a un modelo obsoleto, y este cliffhanger es un síntoma desesperado de esa resistencia. Están luchando por mantener la relevancia en un panorama donde el espectador tiene muchas más opciones.
El Arquetipo de Colter Shaw: La Falsa Vulnerabilidad
Colter Shaw encaja perfectamente en el arquetipo del “tracker solitario”, el lobo estepario moderno que resuelve problemas fuera del sistema. Este tipo de personaje, que hemos visto en innumerables películas y series, se basa en una competencia implacable y una resistencia física fuera de lo común. Colocarlo en una situación de “peligro fatal” y luego cortar la transmisión por varias semanas es predecible y aburrido para el espectador que ya conoce las reglas del juego. Sabemos que el balazo será lo suficientemente grave como para crear tensión dramática durante los primeros diez minutos del regreso del show, pero no lo suficientemente grave como para impedirle seguir con su trabajo al final del episodio.
La fatiga de la audiencia surge de la negativa de la cadena a evolucionar. Nos venden la idea de que la serie es un “drama de supervivencia”, pero la supervivencia del protagonista nunca está en verdadero peligro. El show utiliza la ilusión de peligro para enmascarar la falta de imprevisibilidad narrativa genuina. El verdadero desafío de supervivencia aquí no es el de Colter con su herida de bala; es el de la cadena de televisión sobreviviendo en un panorama de medios donde la audiencia tiene opciones mucho más sofisticadas. Cuando una serie como Tracker hace esta jugada, revela su verdadera naturaleza: prioriza los picos de audiencia a corto plazo sobre la integridad narrativa a largo plazo. No es arte de altura; es publicidad con altos niveles de apuesta.
Así que, cuando sintonices el regreso de la serie, entiende que no estás presenciando una recuperación milagrosa ni un momento dramático tenso. Estás viendo las cínicas maquinaciones de una cadena que ha logrado con éxito pastorear a su audiencia de regreso al abrevadero para otra ronda de contenido patrocinado. La verdadera historia no es la herida de Colter; es la herida de la industria al tratar a sus espectadores con tan mal.






Publicar comentario