El Truco Detrás de las Listas de las Mejores Películas

El Truco Detrás de las Listas de las Mejores Películas

El Truco Detrás de las Listas de las Mejores Películas

El Gran Fraude Anual de los Premios Cinematográficos

Llega fin de año y, puntualmente, comienza la farsa. Los llamados ‘dioses de los premios’ —un grupo selecto de críticos, miembros de gremios y gente de la industria— se reúnen para dictaminar cuáles fueron las ‘mejores’ películas. Nos bombardean con listas de ‘Las Mejores Películas de 2025’ como si fueran verdades divinas e incuestionables. Pero si rascas un poco la superficie, te das cuenta de que no es más que un juego de manos, un truco de relaciones públicas y un ejercicio de autocomplacencia. La maquinaria de Hollywood y de las grandes distribuidoras opera bajo la lógica de que si un grupo de ‘expertos’ repite lo mismo suficientes veces, el público terminará creyéndolo. Es la versión cinematográfica de dar atole con el dedo.

¿Quién decide qué es ‘Lo Mejor’? El Círculo Vicioso de la Crítica

Fíjate bien en la dinámica que se establece. Tienes las listas de ‘Las Mejores Películas’ y, simultáneamente, las listas de ‘Las Mejores Películas Ignoradas’. ¿No les parece contradictorio? ¿Cómo puede ser que los mismos críticos que hacen la primera lista, luego tengan que hacer una segunda para remediar lo que ellos mismos obviaron? La existencia de una categoría de ‘ignoradas’ es la prueba irrefutable de que el sistema principal está roto. Pero a ellos no les importa, porque el objetivo no es la honestidad artística, sino la validación del sistema. Los gremios (productores, directores, actores) nominan las películas que les convienen, las que generan más ruido mediático y las que justifican sus sueldos millonarios. El crítico, en lugar de ser un observador independiente, se convierte en un simple vocero de la industria, repitiendo el mismo guion de siempre.

El fenómeno ‘Mickey 17’ o cualquier película de alto perfil funciona como un ejemplo perfecto de esta burbuja. Antes de que se estrene, ya está en todas las conversaciones porque tiene un director famoso o un elenco de superestrellas. La calidad real de la película pasa a segundo plano; lo importante es el nombre. Los críticos se ven obligados a verla y a hablar de ella. Si no lo hacen, sienten que no están al día. Esto crea un efecto de bola de nieve: la película recibe atención, los premios la nominan por la atención, y la atención se convierte en premios. Es un círculo vicioso que margina por completo a las películas pequeñas e independientes que no tienen ese músculo financiero para hacer ruido. ¿De verdad creen que las nominaciones son un reflejo de la calidad o del presupuesto de marketing?

La Metáfora de la F1: Velocidad, Hype y Poca Sustancia

El dato de la F1 que se menciona en los textos de partida es revelador. Se reconoce que al ver ‘F1: The Movie,’ uno ya sabía lo que iba a encontrar: una respuesta predecible a una pregunta hipotética. El cine de prestigio de hoy en día es igual. Es un espectáculo de alta velocidad, pero con poca profundidad. Las películas de fórmula, aunque visualmente impresionantes (como ‘Dancing! Fighting! Impregnating!’), siguen una estructura narrativa tan trillada que no ofrecen ninguna sorpresa. Es el equivalente a ver una carrera donde ya sabes de antemano quién va a ganar. El guion es tan predecible que el espectador no tiene que pensar, solo consumir. Y eso es exactamente lo que la industria quiere. Quieren películas que generen mucho dinero y no molesten a nadie. La crítica, en lugar de pedir más, se conforma con aplaudir la destreza técnica, ignorando la falta de alma.

En México, la situación no es muy diferente. Los críticos suelen replicar las listas de Estados Unidos, o bien, inflan películas mexicanas que cumplen con ciertas cuotas de ‘cine de arte’ o ‘socialmente relevante’, aunque sean un ladrillo. Las listas de ‘mejores películas’ de revistas o periódicos mexicanos suelen ser una copia del consenso global, dándole prioridad a lo que el Tío Sam ya decidió que es ‘bueno’ para el mundo. ¿Acaso no tenemos un criterio propio? O ¿es que nuestros críticos también están metidos en el mismo juego de las palmaditas en la espalda, esperando la siguiente invitación a un festival internacional? Es una chamba, sí, pero también es una farsa. No podemos esperar que los críticos sean objetivos cuando sus carreras dependen de mantener buenas relaciones con las productoras.

Manifiesto Cínico: Desmantelando el Sistema de Listas

La verdad es que la mayoría de las películas que realmente nos impactan, las que recordamos años después, son las que encontramos por nosotros mismos, no las que nos impusieron en una lista. Los premios y las listas de ‘lo mejor’ de fin de año son un acto de vanidad que poco tiene que ver con la experiencia real de ir al cine. Es una forma de controlar la narrativa cultural, de decirnos qué pensar y qué sentir y ver. Y lo más gacho es que mucha gente cae redonda, pensando que estas listas son una guía de calidad cuando en realidad son un mapa de influencias. Las películas que tienen el dinero para hacer lobby, para invitar a los votantes a cenas exclusivas y para comprar espacios publicitarios gigantescos, son las que terminan ganando. El arte se convierte en un producto más en el mercado, y el ‘mejor’ producto no es el de mejor calidad, sino el que mejor se vende.

Así que la próxima vez que veas una lista de ‘Las Mejores Películas de 2025,’ no la tomes en serio. Es propaganda. Es la industria echando relajo consigo misma. La verdadera búsqueda de arte requiere que apagues el ruido y busques por ti mismo, que te atrevas a ver lo que la mayoría ignora. Porque en el fondo, los críticos no están ahí para guiarte, sino para asegurar que el show siga adelante, que los grandes estudios sigan haciendo dinero y que el público siga consumiendo lo que seudointelectual sin chistar. Es hora de dejar de creer en los ‘dioses de los premios’ y empezar a confiar en nuestro propio instinto. Porque si seguimos creyendo en estas listas, nos vamos a quedar con las migajas y nunca vamos a ver el banquete completo.

El Truco Detrás de las Listas de las Mejores Películas

Publicar comentario