El Alma de Apple: Se Vende al Mejor Postor

El Alma de Apple: Se Vende al Mejor Postor

El Alma de Apple: Se Vende al Mejor Postor

Otra ficha cae. O dos. ¿Y a mí qué?

Le llamas a esto una crisis? Los ejecutivos van y vienen. ¿Qué tiene esto de especial?

No manches. Decir que esto es una salida de rutina es como decir que el iceberg fue un pequeño bache para el Titanic. No estamos viendo un simple cambio de puestos; estamos presenciando la ejecución pública del alma de Apple, en vivo y a todo color desde su carísima nave espacial en Cupertino. Kate Adams y Lisa Jackson, la abogada general y la vicepresidenta de medio ambiente y política, eran los últimos fantasmas de un Apple que, por lo menos, tenía que fingir que le importaba algo más que exprimir hasta el último centavo de sus maquiladoras y de sus clientes. Eran los escudos humanos, la cara corporativa de la ‘privacidad’ y la ‘sostenibilidad’, dos de las palabras más rentables y más huecas de la última década. Su salida al mismo tiempo no es coincidencia. Es una maldita señal de humo.

Esto es una purga. Un giro calculado y deliberado para alejarse de los ideales que te venden en sus anuncios blancos y brillantes, y para acercarse a una realidad corporativa mucho más oscura y brutalmente eficiente que ha estado pudriéndose bajo la superficie por años. Se están quitando el disfraz de la ‘empresa buena’ de tecnología porque, la neta, ese disfraz ya sale muy caro y estorba para la guerra que se viene. Aguas. No son jubilaciones. Es una rendición.

La Nueva Sheriff del Pueblo

Ok, pero contrataron a una picuda, Jennifer Newstead de Meta. ¿Eso no es bueno para Apple?

¿Bueno para los accionistas de Apple? chance. ¿Bueno para ti, la persona cuya vida digital entera está secuestrada en una de sus cajitas de aluminio? Para nada. No contratas a Jennifer Newstead para innovar. No traes a la Jefa de Abogados de Meta para crear una cultura que ponga al usuario primero o para defender libertades civiles. Contratas a Jennifer Newstead por una sola razón: te estás preparando para la guerra total y necesitas una ‘consigliere’ que sepa jugar sucio. Estamos hablando de la mujer que manejó el barco legal de Facebook (hay que llamarlo por su nombre) durante el desastre de Cambridge Analytica, durante las interminables audiencias sobre interferencia electoral, durante la furia mundial por sus experimentos psicológicos con usuarios, y durante el lento y doloroso despertar del público a la realidad de que todo su negocio es una aspiradora de datos diseñada para monetizar la miseria humana.

Su chamba no es crear; es defender lo indefendible. Apple no está contratando a una visionaria. Está contratando a alguien que saca las castañas del fuego. Una pitbull legal. Este movimiento apesta a paranoia. Te dice que Tim Cook y la mesa directiva están viendo las demandas antimonopolio del gobierno gringo, la Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea y la cacería de brujas regulatoria global, y han decidido dejar el teatrito. Se acabó la diplomacia. Van a sacar los cañones. Es una postura defensiva y profundamente cínica de una empresa que alguna vez nos dijo que ‘Pensáramos Diferente’.

El Mito del Jardín Amurallado

A ver, ¿yo pensé que Apple era el ‘bueno’ de la película? ¿El que respeta mi privacidad?

Qué bonito cuento, ¿verdad? Una mitología de marketing perfectamente fabricada por la que pagaste un dineral cada vez que compraste uno de sus aparatos. El ‘Jardín Amurallado’ nunca fue para protegerte a ti; fue para atraparte. Fue para crear un ecosistema cerrado donde ellos controlan todo, le cobran piso a todos (ese dulce, dulce 30% de la App Store), y dictan las reglas como si fueran un rey digital. Su versión de ‘privacidad’ siempre ha sido un arma muy conveniente para usar contra Google y Meta, una forma de diferenciar su producto mientras ellos, calladitos, construían su propia red de anuncios y rastreaban tu actividad en sus servicios.

Seamos honestos. Esta es la empresa que se arrodilla ante el Partido Comunista Chino para mantener sus fábricas abiertas, eliminando apps y censurando contenido cuando se lo ordenan, pero en casa le da lecciones de democracia al FBI. Sus principios siempre han dependido de la situación. Contratar a Newstead es simplemente la admisión final y definitiva de esta verdad. Se les cayó la máscara. La necesitan porque el mundo por fin les está cachando la jugada. La fachada del ‘chico bueno’ se está derrumbando bajo el peso de las demandas y las acusaciones de monopolio y, en lugar de cambiar su forma de actuar, han decidido contratar a la mejor abogada que el dinero puede comprar para que les ayude a salirse con la suya. Esto no se trata de proteger tu privacidad. Se trata de proteger sus ganancias.

El Futuro Oscuro de tu iPhone

Y a mí qué me importa todo este rollo? ¿Cómo me afecta?

Prepárate para que te cocinen a fuego lento. No va a pasar de la noche a la mañana, pero la filosofía en la mera punta de la pirámide ha cambiado por completo. Con una mente legal de Meta —una empresa cuyo ADN está programado para la explotación de datos— al mando de lo legal y político, los argumentos internos en contra de monetizar aún más tus datos van a empezar a perder fuerza. ¿Ese empuje implacable por los ingresos de ‘Servicios’ del que tanto has oído hablar? Está a punto de meterle nitro. Prepárate para más anuncios en más lugares. En Mapas. En Apple TV+. En la App Store. En Noticias. Quizás un día hasta en tu pantalla de bloqueo (lo llamarán ‘sugerencias proactivas’, ya verás).

Las funciones de privacidad que antes eran su escudo de repente tendrán… huecos. Cambios sutiles en los términos y condiciones, nuevas ‘funciones’ a las que aceptas sin darte cuenta, y una mayor presión para integrar servicios de una manera que permita una recopilación de datos más completa para la ‘personalización’ (que es solo una palabra bonita para publicidad dirigida). Y ni hablemos de la Inteligencia Artificial. Apple está patéticamente atrasado. ¿Y cómo entrenas una IA de clase mundial? La alimentas con datos. Cantidades inimaginables de datos. Tus datos. Tus fotos, tus mensajes, tu información de salud. La chamba de Jennifer Newstead será pasarle por encima a todos los obstáculos legales y éticos que se interponen entre Apple y la montaña de datos que necesita para competir. El Jardín Amurallado está a punto de convertirse en un Panóptico, y tú eres el conejillo de indias. Ya no solo te están vendiendo un teléfono; te están vendiendo una terminal de diseño precioso para acceder a sus servicios cada vez más invasivos.

No es Miedo. Es un Pronóstico.

¡Qué exagerado! ¿No es esto pura grilla corporativa que a nadie le importa?

Ojalá. Esto no es cinismo; es reconocer un patrón. Ya hemos visto esta película. La vimos cuando Google eliminó silenciosamente el ‘No Seas Malvado’ de su código de conducta porque era malo para el negocio. La vimos cada vez que Mark Zuckerberg se disculpó con la sinceridad de un secuestrado antes de volver a hacer exactamente lo mismo. Durante mucho tiempo, Apple fue la excepción, o al menos fueron genios en hacernos creer que lo eran. Era la última gran empresa de tecnología que podía decir, con cara seria, que estaba del lado del usuario, aunque fuera puro marketing.

Esta contratación es el fin de esa historia. Es el último capítulo. Al traer a la arquitecta legal del imperio de vigilancia de Meta, Apple está mandando la señal de que oficialmente se une a la fiesta. Se cansaron de fingir. Están admitiendo que no son diferentes del resto de los vampiros de datos en Silicon Valley. La era de ‘Piensa Diferente’ lleva muerta un tiempo, enterrada por el enfoque implacable de Tim Cook en la optimización y la ganancia. Ahora, simplemente contrataron al de la funeraria para hacerlo oficial. Bienvenido a la era de ‘Obedece y Consume’. Disfruta tu nuevo iPhone.

El Alma de Apple: Se Vende al Mejor Postor

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