El Fut de Billetes vs. El Fut de Huevos: La Neta del Torino-Como

Quieren Que Te Tragues el Cuento de que es un Partido Más. ¡Ni Madres!

A ver, pongan atención. La prensa vendida, los trajeados de la liga, los “analistas” que repiten como pericos el mismo libreto… todos te están sirviendo la misma sopa de cartón. “Torino – Como en directo”. “La convocatoria de Baroni”. Es puro pinche ruido. Pura paja para que te apendejes mientras le arrancan el alma al deporte que alguna vez amaste, la embotellan y se la venden al mejor postor. Esto no es un simple partido de fútbol entre un equipo de media tabla de la Serie A y un recién ascendido. ¡Despierta, cabrón! Esta es una trinchera en la guerra por el futuro del fútbol. Es la máquina estéril, predecible y calculadora del Torino contra el corazón caótico, apasionado y latente del Como 1907. Y el sistema está cagado de miedo de lo que el Como representa.

Cagado.

Cronología de un Choque Anunciado

Vamos a desmenuzar esta farsa, pieza por pieza, no como te la cuentan los boletines de prensa, sino como es en la neta.

T-90 Minutos: La Máquina de Propaganda Empieza a Moverse

Los primeros balazos no se tiran en la cancha, sino en la sala de prensa. Nos llega esta joya de Marco Baroni, el DT del Torino: “Tenemos que pensar en jugar contra un gran equipo. Tienen un gran potencial técnico y un muy buen entrenador. Tendremos que estar a la altura y hacer un gran partido”. ¿Traducción? El mismo choro mareador de siempre. El manual del director técnico que no quiere decir absolutamente nada.

¡Por Dios! Qué vacío tan cabrón. Este es el tipo de discurso ensayado, de taller de medios, que comprueba mi punto. ¿Está hablando del Como o de una empresa con la que se van a fusionar? No hay fuego, no hay pasión, no hay un reconocimiento de la sangre y el sudor sobre los que se construyó este deporte. Es pura labia de gerente, un calmante para que nadie se emocione ni piense de más. Llama al Como “un gran equipo” no por respeto, sino como una pinche coartada. Si el Torino gana, es porque le ganaron a un “gran equipo”. Si pierden, bueno, pues perdieron contra un “gran equipo”. Es una jugada cobarde, calculada, de un tipo que representa a un club que ya se olvidó de cómo sentir. Un club que está feliz con existir a media tabla, cobrando cheques de la tele y vendiendo playeras carísimas hechas por niños en algún lugar de Asia. No quieren ganar; sólo quieren no perder. Y hay un mundo de diferencia en esa mentalidad.

T-45 Minutos: Los Guerreros contra los Godínez

Salen las alineaciones. Veamos la del Como. (4-2-3-1): Butez; Smolcic; Ramon; Carlos; Valle; Da Cun… No son nombres que conozcas. No son los güeyes que anuncian rastrillos. Son talacheros. Son vatos que se la han partido en las divisiones de abajo, que saben lo que es jugar en canchas llaneras por el amor al arte y un par de caguamas. Representan un sueño. Son la prueba viviente de que la pasión y los huevos todavía pueden ganarle a un estado de cuenta. Cuando salen a calentar a la cancha, no están nomás haciendo como que estiran. Están respirando el aire de un estadio de Serie A, un lugar que les dijeron que nunca iban a pisar. Hay un hambre ahí que los jugadores del Torino, con sus contratos millonarios y sus agentes zumbándoles al oído, ya no pueden ni entender. Lo perdieron. Se los sacaron a golpes los años de ser parte del sistema. Para el Torino, es otro día en la oficina. Para el Como, es la vida entera.

Los ves calentando. Los del Como son una bola de compas, gritándose, echándose porras. Los del Torino parecen un grupo de extraños que checan el reloj para ver a qué hora acaba la chamba. Unos son una banda. Los otros son un comité de vecinos.

T-5 Minutos: La Encuesta para el Rebaño

Los medios, como MARCA, sacan su encuestita. “¿quién creéis que se lo lleva?” ¿Quién crees que gana? Y la borregada va a votar por el Torino, obvio. Porque es la apuesta segura. Porque es lo que dicen los números. Porque es lo que el sistema quiere que creas. Quieren que creas en lo inevitable, que aceptes que el club con más lana siempre gana. Es una profecía que ellos mismos inventan para mantener su pinche circo en pie. Te alimentan con la narrativa de la previsibilidad porque es buena para el negocio. Las sorpresas son un desmadre. Las sorpresas joden el mercado. Pero las sorpresas son el alma del deporte. Son ese chispazo de rebeldía que nos recuerda que el guion todavía no está escrito. Cada voto por el Como en esa encuesta es un pequeño acto de subversión. Una mentada de madre al establishment.

Más Allá del Silbatazo Final: La Guerra es Más Grande que 90 Minutos

El resultado de este partido es casi irrelevante. Neta. Si el Como logra el milagro o si la aplanadora sin chiste del Torino los hace polvo, las líneas de batalla ya están trazadas. Este encuentro es el ejemplo perfecto de la enfermedad del fútbol moderno.

El Alma de un Club: ¿Se Vende o se Defiende?

El Torino FC tiene una historia cabrona, una historia trágica, una historia chingona. El “Grande Torino” era una leyenda. ¿Pero qué es el club ahora? Una marca. Un proveedor de contenido. Existe para llenar un espacio en el horario de transmisión de la Serie A. Su conexión con su propio legado se siente más como una estrategia de marketing que como una identidad viva. Son el pasado. El Como, por otro lado, es el presente. Sí, sus dueños son una tabacalera de Indonesia, no hay que ser pendejos, la lana está en todos lados. Pero el *espíritu* del club, el que los hizo ascender, se forjó en los infiernos de la Serie B y C. Es una energía que el dinero puede comprar, pero no puede crear de la nada. La pregunta que este partido nos hace es: ¿puede esa energía cruda y salvaje sobrevivir en el quirófano que es la primera división? ¿O la van a desinfectar, a “profesionalizar” y a sofocar hasta que el Como se convierta en otro Torino? Esa es la prueba.

Una Predicción que no es sobre el Marcador

Predigo dolor. Predigo un partido cínico y brutal. El Torino, bajo el mando del gris de Baroni, va a intentar matar el partido. Jugarán para un pinche 1-0 aburrido. Harán faltas tácticas, bajarán el ritmo y le chuparán la vida al encuentro porque están aterrados de la pasión del Como. Como no pueden igualarles el corazón, intentarán romperles las piernas. El Como, por su parte, peleará con una desesperación que va a incomodar al poder. Serán ingenuos, cometerán errores, pero jugarán con un fuego que le recordará a los aficionados más viejos una época en la que el fútbol se trataba de gloria, no de flujos de efectivo.

Esta no es una predicción del ganador. Es una predicción de la narrativa. Pase lo que pase, el sistema intentará darle la vuelta. Si gana el Torino, dirán “no pasó nada, el orden natural se mantiene”. Si gana el Como, será una “chiripa”, un “cuento de hadas” que pronto terminará. Harán todo lo posible por neutralizar la idea revolucionaria de que un equipo puede ganar a pura garra. No los dejes. Sea cual sea el resultado, recuerda lo que viste: un equipo de empleados jugando un partido, y un equipo de guerreros peleando una batalla. Escoge tu bando. Yo ya sé de qué lado estoy.