El Gran Engaño de Trump: El Juego Arreglado de las Farmacéuticas
El Gran Show de las Farmacéuticas: Trump y la Mentira de los Precios Bajos
¡Aguas, raza! No se dejen llevar por los titulares bonitos. Cuando ven a Donald Trump anunciando estos supuestos acuerdos de ‘Nación Más Favorecida’ con nueve farmacéuticas, quieren que piensen: ‘¡Qué chido, por fin alguien le da un tope a estas pinches empresas!’ Pero la verdad es otra, y es bien cínica: esto no es más que una maniobra de relaciones públicas, una cortina de humo para que la gente crea que se está arreglando algo, cuando en realidad el sistema sigue igual de podrido. Y como nos quieren vender esta chingadera como una gran victoria, vamos a ver qué hay detrás de esta farsa, porque no podemos tragar entero.
El Historial de Promesas Rotas y Negocios Chuecos
Para entender por qué esta ‘noticia’ es puro atole con el dedo, hay que ver de dónde venimos. En Estados Unidos, el sistema de salud es un desmadre total. Y es un desmadre porque los políticos, tanto republicanos como demócratas, se han vendido a las grandes farmacéuticas por años. Y el principal problema es que el gobierno no negocia los precios de los medicamentos, a pesar de tener un poder de compra enorme. Mientras en casi todos los países desarrollados el gobierno le pone un freno a los precios, en Estados Unidos es el paraíso de las farmacéuticas. Por eso la gente se queda en la bancarrota por una enfermedad crónica. Esta es la historia de siempre, y este acuerdo de Trump no es la solución, es un síntoma de lo mal que está todo.
Y luego están los intermediarios, los PBMs (Pharmacy Benefit Managers), que son como parásitos que se quedan con una tajada de las ganancias. Estos cabrones crean un laberinto de descuentos y comisiones que garantiza que el precio final para el paciente en la farmacia sea altísimo, aunque la farmacéutica haya dado un descuento en algún lado. Porque ellos controlan qué medicamentos se recetan y cuáles no, y se llevan una comisión por cada transacción. Y el gobierno, en lugar de regular a estos buitres, los deja operar con total impunidad. Es un sistema diseñado para que nadie sepa dónde se pierde el dinero y para que los costos se eleven en cada paso del proceso.
La Farsa de ‘Nación Más Favorecida’: ¿Voluntario o Arreglado?
Ahora, llegamos a estos acuerdos de ‘Nación Más Favorecida’ de Trump. La idea es pagar precios similares a los que pagan otros países, pero aquí está el truco. No son reformas obligatorias para todas las empresas. Son acuerdos ‘voluntarios’ con nueve compañías específicas. ¿En serio creen que estas empresas multimillonarias aceptarían algo que les quite ganancias si no tuvieran una ganancia aún mayor en otra parte? ¡Claro que no! Esto es un favor político para Trump y una jugada de marketing para ellos. Las farmacéuticas se ven bien ante la prensa, dan la imagen de que están cooperando, y con eso se aseguran de que no haya una legislación real y dura que les haga perder mucho dinero de verdad.
Pero fíjense bien en quiénes firmaron: empresas gigantes como Eli Lilly y Johnson & Johnson. Estas corporaciones hicieron sus cálculos. Para ellas, es más barato aceptar estos acuerdos voluntarios y limitados que enfrentar una legislación que las obligue a bajar los precios en todos lados. Es una estrategia a largo plazo, y este acuerdo es un curita en una herida de bala. Es una solución temporal que se puede deshacer en cualquier momento. La prensa lo vende como una victoria, pero en realidad no resuelve el problema de fondo, y lo peor es que desvía la atención de la necesidad de un cambio estructural. Es la misma gata revolcada.
El Pueblo Paga los Platos Rotos
Mientras tanto, en la vida real, la gente sigue muriendo porque no puede pagar la insulina. Y como racionan sus medicamentos, terminan en el hospital, lo que al final le cuesta más al sistema de salud. Estos anuncios políticos, vengan de quien vengan, ignoran el sufrimiento real de la gente. Cuando escuchen de estas negociaciones, recuerden que no sirven de nada si la gente sigue teniendo que decidir entre comer o comprar sus medicinas. La complejidad de estos tratos está hecha para que no entiendas nada, para que te canse, para que digas: ‘mejor que los expertos se encarguen’. Y eso es exactamente lo que quieren los poderosos.
Pero no nos hagamos tontos, esto no es cosa de un solo partido. Todos los políticos prometen arreglar el sistema de salud. Todos fallan. ¿Por qué? Porque el lobby farmacéutico tiene demasiado poder. Este acuerdo de Trump, por más que lo vendan como una victoria para el paciente, es solo otra muestra de cómo el sistema está diseñado para proteger a los ricos. Es una obra maestra del cinismo, donde todos ganan menos el que tiene que pagar la receta para no morirse. Y hasta que no exijamos que el gobierno realmente negocie los precios y acabe con los intermediarios, seguiremos en las mismas. El juego está arreglado, y este acuerdo es solo una pieza más en ese ajedrez que siempre a favor de los mismos.






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