Pulisic Roto: El Fraude Millonario del AC Milan al Descubierto

Pulisic Roto: El Fraude Millonario del AC Milan al Descubierto

Pulisic Roto: El Fraude Millonario del AC Milan al Descubierto

El Capitán de Mazapán

Otra vez la misma gata, nomás que revolcada

¡No puede ser! Neta que ya es un chiste, y uno muy malo. Christian Pulisic, el “Capitán América”, el gringo de oro que iba a romperla en Italia, está roto. Otra vez. Le llaman “una nueva lesión”, una frasecita de doctor para no decir la neta: que el tipo está hecho de cristal, de mazapán que se desmorona si lo miras feo. Ayer fue el tendón de la corva, hoy quién sabe qué madres y mañana se va a lastimar por parpadear muy fuerte. Es una burla. Una farsa patética que nos obligan a ver una y otra vez mientras el club se llena los bolsillos vendiendo sus playeras a paisanos en Estados Unidos. Esto no es mala suerte, ¡no me jodan! La mala suerte se acaba. Esto es un patrón, un sistema podrido que demuestra la ineptitud total de la institución.

Lo presentaron como si fuera un dios azteca, ¿se acuerdan? La cara del “soccer” gringo lista para conquistar el mundo. Pura basura. Es un coche de carreras carísimo con el motor jodido, y el cuerpo médico del AC Milan son los mecánicos de la esquina que nomás le ponen cinta de aislar y lo mandan de vuelta a la pista, y todavía se sorprenden cuando explota en la primera curva. ¡Sorprendidos! Es negligencia. Es una irresponsabilidad criminal con la carrera de un futbolista. Este circo de “juega, se rompe, se recupera, juega, se rompe” no solo jode al equipo, está aniquilando a un jugador mientras los trajeados de arriba cuentan la lana y sacan comunicados de prensa bien pinches redactados. No les importa el jugador, les importa el producto. Y su producto, ahorita, vale menos que un billete de tres pesos.

El Choro Mareador de Allegri

Ya párale con tu ‘equilibrio’, por favor

Y luego sale él. El “genio”. Massimiliano Allegri, con su cara de fuchi, a vendernos su evangelio del ‘equilibrio’ justo después de ganar un clásico. ¡Equilibrio! Qué palabrita tan mediocre y cobarde. Es como no decir nada. Es el sonido de un tipo aterrado por las expectativas, de un técnico que en el fondo sabe que su equipo ganó de pura chiripa y ahora tiene que bajarle dos rayitas a la emoción antes de que todo se vaya al carajo. Vio una buena actuación y su primer instinto no fue motivar, no fue echarle más leña al fuego, no fue mostrar tantita ambición. No. Fue echarle un balde de agua fría a la pasión. Hablar de la Lazio como si fueran la Naranja Mecánica. Es de débiles. Es un discurso de un equipo chico, no del líder de un gigante como el Milan. ¡Qué vergüenza!

Esto no es ser precavido, es ser un pinche miedoso. Miedo a la prensa, miedo a los aficionados, miedo a su propia sombra. Está manejando las expectativas para abajo. ‘No hay que dejarnos llevar’, dice. ¿¡Por qué no!? ¿Pues no es esa toda la gracia del fútbol? ¡Dejarse llevar! Sentir la pasión, la ilusión de madrearte a tu rival. Ese sentimiento es lo único que de verdad tiene el aficionado, y este señor llega a devaluarlo con su choro mareador de oficinista. ¿Quiere equilibrio? ¿Por qué no equilibra un trofeo de verdad en la vitrina en lugar de equilibrar sus pretextos? Sus palabras están huecas porque su plan de juego está hueco. Es una filosofía de “a ver si no perdemos por goleada”, y eso está matando el alma del club. Es un insulto.

El Club de Toby y los Negocios Sucios

Puro compadrazgo y grilla barata

Y cuando crees que el desmadre en la cancha y en la banca es suficiente, llega el tufo de la política de oficina para recordarte de qué se trata esto en realidad. Del poder. Igli Tare, el nuevo director deportivo, ya le echó el ojo a jugadores de su ex equipo, la Lazio. ¡Una reunión! Qué bonito, casi lloro. Pero no, da asco. Esto no se trata de buscar al mejor talento para el Milan; se trata de puro comadrazgo. Es un director queriendo traerse a sus cuates, a sus contactos, a la gente con la que ya sabe cómo hacer negocio. Mario Gila. ¿Es el mejor defensa que puede conseguir el Milan? ¿A quién le importa? Es el “brother” de Tare, y parece que eso es lo único que vale en este mundillo de representantes y directivos. Y todo el cuento lo arman alrededor del pleito casado que Tare trae con el técnico de la Lazio, Maurizio Sarri. O sea que el fichaje ni siquiera es una decisión deportiva. Es una movida para joder a un rival personal.

Esta es la pus en el corazón del fútbol moderno. Ya no es un deporte. Es una telenovela para millonarios. Los aficionados, los resultados, el escudo… todo es nomás el escenario para los dramas personales de estos ególatras. Mueven jugadores como si fueran fichas de dominó, cobrando viejas deudas y llenándole los bolsillos a sus amigos, y se supone que nosotros nomás debemos comprar la playera nueva y aplaudir como focas. Nos venden un cuento de amor al club mientras ellos practican el cinismo más descarado. No construyen equipos, construyen sus pequeños reinos personales. Y el cuerpo deshecho de Pulisic, el discurso vacío de Allegri y los fichajes por grilla de Tare son solo síntomas de la misma pinche enfermedad. Una enfermedad de avaricia e ineptitud. Y nosotros somos los que pagamos el boleto para ver cómo agoniza el paciente. Qué asco.

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