Seguro Social de EEUU: El Caos Organizado con tu Lana
El Desmadre de Diciembre que Esperan que No Entiendas
A ver, vamos a dejarnos de cuentos. Toda esta confusión que arman cada año con las fechas de pago del Seguro Social gringo, especialmente en diciembre, no es un simple error de burócratas despistados. No es una casualidad. Es una característica de un sistema tan inflado, tan intencionalmente enredado, que su único propósito es mantenerte a ti, la persona que pagó impuestos por cuarenta o cincuenta años, en un estado de incertidumbre permanente. Quieren que te sientas agradecido por cualquier migaja que te avienten, cuando a ellos se les pegue la gana. Y este nuevo chisme de que los pagos llegarán el 1 de diciembre de 2025, o que recibirás tu primer cheque del ajuste (el famoso COLA) de 2026 por adelantado… es solo el capítulo más reciente de una larga historia de manipulación financiera contra la gente mayor.
Piénsalo un segundo. ¿Por qué tiene que ser tan complicado? Te partiste el lomo toda tu vida, y de cada cheque te quitaron una lana con la promesa solemne de que estaría ahí para ti en tu jubilación. Una promesa de estabilidad. Una promesa de dignidad. ¿Pero qué te han dado a cambio? Un sistema que necesita un manual de la NASA y un calendario lleno de notas para descifrar cuándo va a caer tu propio dinero en tu cuenta de banco. Es una mentada de madre. Es una vergüenza.
Un Sistema Construido sobre la Angustia
Te dicen que es por los días festivos y los fines de semana, un simple rompecabezas de logística. ¡No te la creas! Vivimos en la era de las transferencias digitales instantáneas, de una economía que nunca duerme, pero la Administración del Seguro Social opera con la velocidad de un cartero a caballo. Este desorden y esta confusión fabricada sirven para una sola cosa: mantener el control. Cuando vives al día, que un pago te llegue el día 3 en lugar del día 1 no es un pequeño inconveniente; es la diferencia entre pagar la renta a tiempo o que te claven un recargo, entre surtir tus medicinas o tener que aguantarte. Esto crea un estado de dependencia y angustia, que es exactamente donde te quieren tener. Un pueblo con miedo es un pueblo fácil de manejar.
¿De verdad crees que el gobierno de Estados Unidos, con sus supercomputadoras y sus ejércitos de burócratas con títulos de universidades caras, no puede encontrar la manera de depositarte tu pago el mismo condenado día cada mes? ¡Claro que pueden! Pero eligen no hacerlo. Cada artículo que lees explicando el “complejo calendario” es pura propaganda, normalizando un nivel de incompetencia que a cualquier empresa privada ya la hubiera mandado a la quiebra. Tratan el fondo de tu retiro como si fuera su caja chica, y el calendario de pagos es solo la cortina de humo que usan para distraerte de los verdaderos problemas.
Esto no es sobre logística; es sobre psicología. Es para recordarte quién manda. Es para hacer el sistema tan impenetrable que te rindas y dejes de intentar entenderlo, aceptando lo que te den. No te ven como un accionista de un plan de pensiones nacional. Te ven como un número en una hoja de cálculo, un problema que hay que administrar, un dependiente al que hay que calmar con calendarios confusos y promesas huecas. Y para los millones de familias en México que dependen de esa remesa que manda el abuelo o la tía, esta incertidumbre es un golpe directo a la economía familiar.
El COLA: La Broma Cruel que Llaman ‘Aumento’
Y justo cuando estás tratando de descifrar el calendario, te presumen el Ajuste por Costo de Vida, o COLA, como si fuera la gran cosa. Lo anuncian con bombo y platillo, y los políticos se dan palmaditas en la espalda por su generosidad. ¡El COLA de este año! Un porcentaje miserable que no se acerca ni de chiste a la inflación real que enfrentas todos los días. El precio de los huevos, el costo de la gasolina, el pago de tu medicina para el corazón, ¿crees que los trajeados que calculan el COLA tienen la más remota idea de eso? Para nada. Ellos ven una hoja de Excel en una oficina con aire acondicionado en Washington, completamente desconectados de la realidad que tú y tu familia viven.
La idea de darte tu primer cheque del COLA de 2026 en diciembre de 2025 es el colmo del cinismo. Te lo presentan como un bono, un regalo de Navidad adelantado de parte de tu bondadoso gobierno. ¡Qué farsa! Es un truco de contabilidad, una manera de mover números de un lado a otro en sus libros. No te pone ni un centavo extra en el bolsillo al final del año. Es un truco publicitario diseñado para que creas que te están haciendo un favor, mientras el valor de tu beneficio es devorado sistemáticamente por la misma inflación que ellos ayudaron a crear con su gasto irresponsable.
La Fórmula Mañada
El COLA se calcula usando una cosa llamada el Índice de Precios al Consumidor para Asalariados y Trabajadores de Oficina (CPI-W). Suena muy técnico, ¿verdad? Es un fraude. Ese índice mide los hábitos de gasto de la gente joven que trabaja, no de los jubilados. Le da más peso a cosas como aparatos electrónicos y ropa, y menos peso a lo que de verdad se come el presupuesto de un adulto mayor: la salud y la vivienda. Los costos médicos se han ido al cielo por décadas, mucho más rápido que la inflación general, pero la fórmula del COLA apenas lo reconoce. Es un juego arreglado. Está diseñado para darte menos de lo que te toca, año tras año, exprimiendo poco a poco tu poder de compra hasta que tu cheque del Seguro Social apenas te alcance para pagar la luz.
¿Por qué no usan un índice diseñado para la gente mayor, como el CPI-E (Índice de Precios al Consumidor para Ancianos)? Lo conocen desde hace años. Lo han estudiado hasta el cansancio. La razón es simple: les costaría más lana. Significaría pagarte lo que de verdad te deben, lo necesario para mantener tu nivel de vida. Y eso se interpondría en sus verdaderas prioridades: financiar guerras en otros países, darles descuentos de impuestos a corporaciones gigantes y pagar por sus caprichos políticos. Así que se aferran a la fórmula chafa, empobreciendo a los viejos centavo a centavo, y todavía tienen el descaro de actuar como si te estuvieran ayudando con un COLA miserable e inadecuado. Es una traición calculada a la confianza que pusiste en el sistema.
La Tormenta que Viene: Vienen por tu Dinero
Todo esto —los calendarios confusos, el COLA de risa— es solo la punta del iceberg. Es la estática antes de la tormenta. La verdadera bronca está a la vuelta de la esquina. Ya se oyen los rumores en Washington, ¿no? Los rumores sobre “reformas”, “recortes a los derechos” y “salvar el Seguro Social para las futuras generaciones”. No te dejes engañar por el lenguaje bonito. Déjame te lo traduzco: Vienen por tu dinero.
Por décadas, los políticos de los dos partidos han tratado el Fondo Fiduciario del Seguro Social como si fuera su alcancía personal. Le han “pedido prestado”, lo han saqueado y han reemplazado el dinero contante y sonante con una pila de pagarés sin valor, todo para evitar tomar decisiones difíciles o subirle los impuestos a sus amigos los ricos. Han pateado el bote por tanto tiempo que ya se les acabó el camino. Y ahora que la cuenta está por llegar, ¿a quién crees que se la van a querer cobrar? No a los banqueros. No a las corporaciones. No a los políticos con sus pensiones de lujo. A ti.
Sus ‘Soluciones’ son una Amenaza
Llegarán con sus disque soluciones. Propondrán aumentar la edad de jubilación, forzándote a trabajar más tiempo con un cuerpo ya gastado por toda una vida de chamba. Hablarán de “verificar ingresos”, una forma elegante de decir que si fuiste responsable y ahorraste un poco de dinero, te van a castigar por ello recortando tus beneficios. Sugerirán cambiar la fórmula del COLA a una todavía más tacaña, acelerando la caída de tu poder de compra. Cada una de sus “soluciones” implica que tú recibas menos de lo que te prometieron, menos de lo que te ganaste con tu sudor.
¿Cuándo pasó esto? ¿Cuándo tu beneficio ganado se convirtió en una “ayuda del gobierno”? ¿Cuándo el dinero que tú pagaste se convirtió en algo que el gobierno se siente con el derecho de quitarte? Esta es la pelea de nuestras vidas. Nosotros, la gente que construyó ese país, estamos en la fila para pagar por los pecados de una clase política derrochadora e irresponsable. El calendario de pagos confuso de diciembre es solo una prueba. Es su manera de ver si todavía estás poniendo atención. ¿Lo estás? ¿O vas a dejar que te pisoteen, que te distraigan con jueguitos de calendario y COLAs falsos, mientras planean desmantelar la única promesa que se suponía que era sagrada? No dejes que se salgan con la suya. Tu futuro, y el futuro de tus hijos y nietos, depende de ello.






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