Stefon Diggs y la Farsa Arreglada de la NFL
El Primer Acto: Creando un Nuevo Villano
A ver, que quede clara una cosa. Nos están viendo la cara de idiotas. A todos y cada uno de nosotros. Desde el momento en que a los genios de la NFL se les ocurrió mandar a Stefon Diggs —un receptor diva conocido por sus berrinches en la banca y sus tuits misteriosos— a la fría y calculadora máquina de fútbol americano de Nueva Inglaterra, el guion de esta temporada ya estaba escrito, dibujado y hasta probado en grupos de enfoque. Esto no es fútbol. Es puro marketing. Necesitaban un nuevo villano para la era post-Brady, una nueva cara para pegar en la marca del ‘imperio del mal’ de los Patriots porque, seamos honestos, Mac Jones no le metía miedo ni a una mosca. Así que agarraron a un tipo con historial de dramas, lo conectaron a la única organización que supuestamente no tolera payasadas (qué chiste), y se sentaron a esperar a que subiera el rating. Tan predecible.
Y vaya que todos cayeron. Redonditos. Compraron los jerseys, sintonizaron los programas previos para escuchar a analistas sin chiste debatir si Diggs podría ‘encajar en el Patriot Way’ (una frase más gastada que un chiste de Polo Polo), y se maravillaron con su récord de 10-2. Un récord de 10-2 construido a base de un calendario tan fácil que te hace pensar si lo diseñó una agencia de relaciones públicas. Les dieron de comer puros Jaguares, Texanos y Comandantes, engordando el récord de los Patriotas como un pavo para Navidad, todo para llegar a esto… a este ‘partidazo’ de Lunes por la Noche.
El Nacimiento de una Amenaza de Plástico
¿Se acuerdan cuando Diggs forzó su salida de Minnesota? ¿O los berrinches en Búfalo? Los medios lo pintaron como un jugador talentoso que era simplemente ‘demasiado apasionado’. Puras mentiras. Era una audición. Le estaba mostrando a los titiriteros de la liga que él podía generar encabezados, que podía ser el protagonista de la telenovela que quisieran escribir. Y los Patriotas, desesperados por seguir siendo relevantes después de que su niño de oro se largara a la playita en Florida, eran los co-protagonistas perfectos. Es un matrimonio por conveniencia, un pacto con el diablo para mantener ambas marcas —la superestrella berrinchuda y la dinastía sin alma— bajo los reflectores. No les importa ganar. Les importa el ‘engagement’. Les importan los clics. Les importa tu fantasy y tu cuenta de DraftKings. Todo es un juego, pero no el que ves en el campo.
El Nudo de la Trama: El Insulto del ‘Juego Trampa’
Y así llegamos al capítulo actual de esta farsa patética: Semana 13 contra los New York Giants. Un equipo con 2 victorias. Un equipo tan diezmado por lesiones e ineptitud que bien podría ser un equipo de la ONEFA. ¿Y cuál es el encabezado que nos están metiendo por los ojos? ‘Stefon Diggs de los Patriots no descarta a los Giants de 2 victorias antes del Monday Night Football’. ¿Es neta? Esta es la pieza de drama fabricado más condescendiente e insultante que he visto en mi vida. Se supone que debemos creer que un monstruo de 10-2, un equipo que supuestamente compite por el primer lugar de la AFC, está en peligro real de perder contra un equipo que apenas puede alinear una ofensiva funcional. Es un chiste. Y uno muy malo.
Y Diggs es el actor principal. Obviamente. ‘Stefon Diggs lidera la arenga previa al juego’, gritan los titulares. ¡No manches, qué impresionante! Un atleta profesional tomándose su trabajo en serio. Qué notición. Quieren que lo veas como un ‘líder’, un tipo que finalmente ha aceptado la mentalidad de equipo, motivando a sus tropas contra este temible oponente de 2 victorias. Qué héroe. Es una imagen cuidadosamente elaborada, diseñada para hacer que la inevitable paliza de 35-10 parezca un logro monumental, un testimonio de su concentración y determinación. Es una mentira. El juego ya terminó. El resultado se decidió el día que publicaron el calendario. Esto es solo el comercial de 3 horas que tienen que transmitir para justificarlo.
La Maquinita de Apuestas no Descansa
Y ni me hagan empezar con la basura de DraftKings. ‘Los mejores WRs y TEs entre Wan’Dale Robinson, Stefon Diggs, Hunter Henry para el Monday Night Showdown’. Ya ni siquiera lo disimulan. La liga, los medios y los sitios de apuestas están todos en la misma cama, susurrándose cosas bonitas sobre las líneas de apuestas y los props de jugadores. Tienen que crear la ilusión de competencia, la *posibilidad* de una sorpresa, para que sigas metiendo tu lana en su casino arreglado. Necesitan que te preguntes, ‘¿Podrán los Gigantes cubrir la línea? ¿Tendrá Wan’Dale Robinson el juego de su vida?’ No. No lo tendrá. Porque el guion no lo pide. El guion pide que Diggs anote sus dos touchdowns, que los Patriotas ganen cómodamente pero quizás sin cubrir la línea de puntos (solo para mantener las cosas interesantes para la próxima semana, ¿entiendes?), y que todo el ciclo se repita. No eres un aficionado; eres un cliente. Y la casa nunca pierde.
El Clímax y la Secuela: ¿Y Luego Qué?
Así que cuando sintonicen el juego el lunes, no lo vean como un evento deportivo. Véanlo como un crítico viendo una película mal escrita. Busquen los hoyos en la trama. Busquen los momentos en que la actuación se sienta un poco forzada. Vean la celebración predeterminada después de un touchdown que claramente fue diseñada en una junta de marketing. Escuchen a los comentaristas (los voceros pagados de la liga) tratar de venderles la ‘intensidad’ y el ‘drama’ de un juego cuyo resultado es una conclusión inevitable. Todo es parte del show.
Los Patriotas van a ganar. Obvio. Diggs probablemente tendrá un gran juego y dará alguna entrevista prefabricada después del partido sobre ‘respetar a cada oponente’ y ‘tomarlo semana a semana’. Y la maquinaria mediática producirá mil artículos sobre cómo los Patriotas superaron este ‘complicado obstáculo’ en su camino hacia otro Super Bowl. Es un ciclo interminable y nauseabundo de contenido fabricado para distraerte del hecho de que el deporte profesional ya no es una meritocracia. Es una granja de contenido. Es un negocio, y su único producto es la ilusión de competencia. Creen que eres tonto, güey. Creen que seguirás comprando lo que venden, sin importar qué tan podrido huela.
La verdadera pregunta no es quién gana el lunes por la noche. La verdadera pregunta es, ¿cuándo vas a despertar y dejar de ver el show? ¿Cuándo vas a exigir algo real? Porque esto… esto no lo es.






Publicar comentario